jueves. 28.03.2024

El 2-1 con el que viajó el 24 de mayo de 2009 aquel Cartagena de Paco Jémez y compañía hasta Alcoy no invitaba a mucho optimismo “pero sí marcamos un gol…” decian muchos. Y eso ocurrió, que Pepe Mena remató con su coronilla para batir a Maestro, el portero alcoyanista y poner por delante a los de aquella tarde vestidos de verde pistacho. Luego llegaría el empate y el 2-1 y la presión. Y cuando parecía que llegaba el final apareció ‘el dios Carmona’ y le dio el balón a Juan Pablo para que marcase el gol de la gloria. Había nacido ‘el espíritu de Alcoy’

Parece que fue ayer, sí, pero ya son nueve los años que han pasado desde aquella tarde gloriosa en El Collao. Un Cartagena que viajaba hasta Alcoy sabiendo que un 1-0, como ahora puede ocurrir, le eliminaba y que en Alcoy, como ahora también en Majadahonda, se quería crear un clima ‘infernal’ con un recinto hasta los topes.

Estaba tan lleno aquella tarde el viejo campo del Alcoyano que, empleados municipales, emplearon varios días de aquella semana previa en desmontar todas las butacas/sillas de plástico para hacer la multiplicación del pan y los peces. Así fue como se convertiría un aforo de poco más de 4000 localidades en más de 7000 personas. En Majadahonda no se ha llegado a ese punto pero el Cerro del Espino también promete estar hasta los topes.

Aquella, la de Alcoy, fue una tarde inolvidable. Paco Gómez ‘el Paloma’ se pasó todo el rato en el palco echando sapos por la boca sobre el ambiente y no dudando en ningún momento del ascenso de su equipo mientras la entonces alcaldesa de Cartagena Pilar Barreiro llegaba con el tiempo justo y casi se queda sin sitio en el palco. A todo esto, los que fuimos de la prensa y radio cartagenera teníamos que darnos empujones para acomodarnos en la esquina que nos habían dejado, justo al lado del túnel por dónde salían y siguen saliendo los futbolistas.

La grada de enfrente, encima de esa portería del fondo sur, estaba de bote en bote. A reventar. Daba miedo de ver como estaba de atestada mientras a los nuestros los habían enviado a la otra parte, aquellos 500 valientes que después lo celebrarían como nadie aquel ascenso.

Porque eso sí, tras el 2-1 del Alcoyano, con uno menos en sus filas y con Mariano Sánchez lesionado, muchos de los que allí estábamos nos mirábamos como diciendo “esto está acabado”. Sólo era cuestión de tiempo para que el Alcoyano marcase el tercero y quién sabe si hasta el cuarto. Pero no. Nada más lejos de la realidad. Allí, el único gol que se cantó fue el 2-2 del Cartagena, el gol del hoy mozo de espada Juan Pablo gracias a la cabalgada de Carlitos Carmona que incendió El Collao para que naciera, en aquel momento el espíritu de Alcoy.

El mismo espíritu que ahora hay que recuperar y vivirse en la localidad madrileña. De Cartagena van a viajar probablemente bastantes más de aquellos 500 seguidores que, como la otra vez, confian a pies juntillas en que los blanquinegros van a lograr su propósito del ascenso

Se cumplen nueve años de la gesta del ascenso en El Collao
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