27 de diciembre de 2014, 12:30
GUILLERMO JIMÉNEZ
La retirada de Dani Nadal se entiende no ha sido definitiva. Un compañero de equipo, en el Cartagena del Polígono Beaza, me comentó que Dani se tomaba un tiempo de reflexión. Serían unos meses de baja, sin concretar. Su último encuentro fue en casa ante el Muleño, el 28 de septiembre, y en aquella jornada la victoria fue de los de Mula por 0-2. Dani salió al campo en el minuto 63 para relevar a su compañero Ñiles.
Pero desde el Cartagena Efesé no esperan que en la presente campaña Dani resuelva volver a la actividad futbolística. Antepone sus estudios y la ocupación que le da la actividad en una cafetería en Cartagena, calle Ramón y Cajal, para mantenerse en sus trece y aguardar mejor ocasión para volver al fútbol.
En una eliminatoria contra el Yeclano.
En el mes de julio había retornado al Cartagena Efesé de Tercera. Su representante entonces Francisco Corbella lo había llevado antes a La Unión donde jugó poco, también en Tercera. En su etapa en el Cartagena de Segunda B se le hizo un contrato con algún beneficio (bajo) que apenas cubría los gastos de gasolina para entrenamientos. Pedro Reverte era director deportivo. Todos reconocían que Dani tenía condiciones para triunfar. Como gesto de buena voluntad no estuvo mal pero los hechos demostraron que no iba a ser sencillo para el jugador de la cantera llegar y besar el santo.
Pacheta, enamorado de la cantera y seguidor de los equipos base, a la hora de la verdad tampoco vería a Dani Nadal totalmente hecho para confiarle un puesto fijo o semifijo en la alineación.
PATO LE DIO LA OPORTUNIDAD
El oriolano Pato le hizo jugar por vez primera en Segunda B durante 9 minutos del partido ante el San Roque de Lepe en el Cartagonova, el 7 de octubre de 2012, para relevar a Riau, y cumplió. Después actuó de albinegro en la competición como Federación en la que los cartageneristas fueron eliminados por el Tenerife (3-3 en el estadio de Benipila tras un empate 0-0 en campo ganche. Aquella competición de relleno le fue bien a Dani Nadal, que tuvo el honor de pisar el césped del Camp Nou, con traje de uniforme del club, como mero espectador del partido de Copa con el Barça. Dani viajó a Barcelona en el tren especial fletado por el club con otros jugadores y aficionados del club.
Después el estado anímico del pequeño futbolista, necesitado más de estímulos profesionales que de promesas que no llegaban a traducirse en minutos de juego en el equipo, tal vez derivó en desaliento y en esa determinación de recurrir a un 'tiempo muerto' en el que por el momento sigue. Por ahora ni se entrena. Pasa del fútbol activo y se centra en los libros como estudiante que no quiere perder el tiempo.
