Ferreiro volvía de este modo al campo del Huesca, donde al ser sustituido por Sangalli en el minuto 75, recibía una cerrada ovación de la grada de El Alcoraz, con muchos aficionados levantados, haciendo el gesto de una reverencia y hasta coreando su nombre, algo que, según nos dirían más tarde, no se suele hacer por el estadio oscense.
No solo David Ferreiro fue objeto del cariño de la afición del Huesca porque otros ex futbolistas, ahora en el Efesé, también tuvieron un trato cariñoso como fueron los casos de Mike Rico (tres temporadas brillantes en Huesca), Damián Musto (una corta etapa con el equipo en Primera) y Toni Datkovic, aunque el croata apenas estuvo unos meses como jugador oscense.