IMPOSIBLE HABLAR CON LA MÚSICA

Los descansos insufribles en el estadio Cartagonova

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Los descansos en el estadio Cartagonova ya se han convertido en algo insufrible para el espectador. Parece más una discoteca de pueblo que un campo de fútbol. ¿Comentar las jugadas o las impresiones? Imposible. Los decibelios de la música no te dejan ni hablar.

Quizás para los aficionados más jóvenes estén acostumbrados a este tipo de música estridente pero una buena parte de los aficionados que acuden al recinto de la Rambla de Benipila ya son veteranos y se tienen que limitar a estar callados ante la imposibilidad de poder entablar algún tipo de conversación con el vecino, el amigo o el familiar que les acompaña.

No hace muchos años los descansos de los partidos se aprovechaban para hacer mini partidillos entre los más jovencitos, alevines o benjamines que hacían las delicias del público cada vez que marcaban un gol. O aquellos otros juegos en alguna de las porterías con premios para el que hiciera el gol en el agujero de turno que se ponía delante de la portería.

Ahora todo eso ha cambiado: entre el juego de luces de la nueva iluminación, el karaoke que se organiza, las luces de los móviles y los decibelios que se ponen en marcha los descansos en el Cartagonova ya se han convertido en algo realmente insufribles, que nada tiene que ver con el fútbol.

¿No habíamos quedado en que iban a amarrar al DJ? Pues si lo hicieron se soltó las manos y de qué manera además.