Tras el ascenso, como ocurrió hace diez años, se esperaba una explosión masiva de los aficionados nuevos que se apuntaban a la Liga SmartBank. Pero nada más lejos de la realidad. Entre el Covid dichoso, que nada se sabe cuándo podrá haber público en el Estadio y lo revuelta que está laLiga es evidente que el público se está reservando a los fichajes que van a empezar a llegar. Este viernes día 7 acababa la reserva para los que han sido abonados en la pasada campaña. A partir del lunes 10 en el Cartagena esperan que el público se anime de nuevo y que nos encontremos ante otra realidad. De momento y según comunica oficialmente el Cartagena el club ya cuenta con 8421 abonados, a 62 de superar su propio récord.
La cifra de 8067 abonados era la última que el FC Cartagena facilitaba oficialmente horas antes de cerrarse la venta, el número de abonos que ya había despachado el club albinegro. Era sábado 18 de julio, a mediodía, y el FC Cartagena estaba a sólo unas horas de lograr su mayor éxito en la última década, el salto a la Liga SmartBank. Hasta ese día los precios, como ya se había avisado mucho antes los precios eran mucho más económicos. Pero en la segunda etapa todo parece distinto. El precio en tribuna alta, que está prácticamente vendida, han pasado de los 120 euros a los 350 euros en la actualidad que, aun así, siguen siendo mucho más económicos que los 450 euros que costaba un abono de tribuna alta hace diez años. El club actualizaba este viernes sus números oficiales, 8421 abonados, lo que supone que desde el ascenso en tierras malacitana 354 personas se han dado de alta con los nuevos precios.
El Cartagena, recordemos. arrancó el jueves 18 de junio y en ese fin de semana ya se habían vendido 713 carnets. Una semana más tarde se habían superado los 2200 abonos y a siguiente semana, según informaba el club por sus redes sociales, se había llegado a 4017 socios.
La llamada ‘Efesemanía’ siguió pisando fuerte y en las puertas del playoff, con apenas unos pocos días por delante, el Cartagena rebasaba los 6000 abonos que, pàsara lo que pasara en Málaga ya los tenía amarrados.
El último día de aquella campaña exitosa, un sábado 18 de julio, cuando se cumplía un mes desde que arrancó la campaña, se rebasaron los 8000 abonados, una cifra jamás conseguida en Segunda B, a falta de cerrarse las cantidades definitivas en el último día. A destacar entonces, importante, que se registraron 821 nuevas altas de abonados, un dato que significaba que vuelven a ser abonados o que se han hecho por vez primera.
Ni siquiera en la primera temporada en Segunda A se llegaron hasta estas cantidades, porque no se llegaron a sobrepasar los 8482 asociados, una barrera que se quedó ahí y nunca se ha superado a pesar de que, entonces, el optimismo pintaba todo de color de rosa.
Sólo hay que recordar que en su día, el Cartagena vio reducida su masa social a 4775 abonados coincidiendo con el descenso a Segunda B el verano de 2012 y que esta temporada aún en juego se han superado los 7400 carnets.
Tras el ascenso de Málaga había un convencimiento generalizado que aquella cifran iban a verse ampliamente superadas con el ascenso incluso con número inimaginables hace poco tiempo. Se hablaba de llegar e incluso de rebasar con creces los 10.000 abonados pero resulta obvio que el Covid-19, la incertidumbre que rodea al fútbol en general y los precios, que todo influye, están teniendo su importancia.
Aun así todo el mundo dentro del club está convencido de que se llegará en los próximos días a esa cifra y que incluso se van a superar. En ese sentido no existe la más mínima preocupación aunque si ha supuesto un frenazo que, tal vez, no estaba previsto. Las fichajes que van a llegar, la situación de la pandemia y la normalización en LaLiga es evidente que contribuirá a que la masa social siga creciendo en un club cuyos engranajes por dentro funciona a toda máquina.
