Isidoro, Miguel Requena, Alfaro, Paco Sánchez, Jaime, Julián, Ángel Requena, Reverte, Serrano, Diego Martínez, Rubí y Juan Cayuela se volvieron a jugar para recordar aquella tarde histórica en Los Juncos, entonces el segundo campo de fútbol que había en Cartagena, propiedad de la Empresa Nacional Bazán (ahora Navantia) pero reconvertido en parque por obra y gracia de la, entonces alcaldesa Pilar Barreiro, que detestaba el fútbol.
Estos buenos futbolistas, entonces unos críos, casi, y convertidos ya en cincuentones o…se reunieron en el nuevo kiosko que ahora funciona, precisamente con el nombre de ‘El Kiosko del Naval’ para recordar aquellos días, con las semifinales en las que se midieron con el Sestao, con resultado de 0-0 en el campo de Las Llanas y triunfo por 3-2 en el partido de vuelta en Los Juncos.
Y en la final a doble encuentro sucumbió en el estadio Carlos Tartiere de Oviedo por 3-1 pero fue capaz de remontar en la vuelta en un encuentro épico que llenó el recinto de la calle de Juan Fernández o carretera de Barrio de Peral. Con los goles de Nario, dos, David y Chechu se consiguió un difícil 4-1 que daba el histórico título título a los cartageneros.
UN TROFEO DESAPARECIDO
Ese tÍtulo que representaba esfuerzo, sudor en busca del triunfo y la satisfacción de la conquista desembocó en la desaparición del trofeo. La situación se mantiene. Que sepamos nadie ha aparecido desde entonces a reponer un trofeo que es el mayor logro conquistado por el fútbol cartagenero. Algún ‘despistado’ se lo llevaría para su vitrina particular.
Jugadores de aquella época eran Miguel García Requena, David, Julián, Paco Sánchez, Cayuela, Isidoro, Ángel Requena, Alfaro, Jaime, Estevi, Reverte, Nario, Chechu, Aroca (ya fallecido y al que se le dedica todos los años el Memorial en Jueves Santo, que lleva su nombre), Mota y Serrano, entre otros. con Juan Antonio Donayo de preparador.
Directivos de aquella etapa en la que se logró uno de los trofeos más importantes que pueden hallarse normalmente en una vitrina de club, museo futbolístico o recinto deportivo, eran desde el gerente Chencho Arnao (fallecido hace tiempo) hasta Guillermo Pérez, pasando por los también fallecidos Pepe Legaz, que era militar, y Antonio Pérez, gran aficionado y padre de un jugador, Rafa, en una fase del fútbol local en la que los navalistas eran conducidos como cantera por el Cartagena pero con la circunstancia de que los responsables técnicos de entonces solo contaron con el defensa central Paco Sánchez para la plantilla del equipo que, como ahora, militaba en la llamada Segunda División A.
Aquel Naval, militando el Cartagena en Segunda y adherido a la entidad albinegra en tempos del presidente Andrés Martínez Prieto, no tuvo problemas en la fase regional el Campeonato de Aficionados, y en la fase nacional se dejó en la cuneta al Melilla y después al Artesano. Otro adversario al que los azules dejaron KO fue el Mahonés.