31 de agosto de 2012, 21:58
Dice el refrán que Dios aprieta pero no ahoga, o que cuando se cierra una puerta se abre una ventana. El refranero popular todavía no tiene ninguna expresión acuñada para cuando este tipo de situaciones se dan con una pelota de cuero de por medio, pero en el fútbol también es habitual escenarios y situaciones como estas. La revancha, la oportunidad de quitarte el amargo sabor de boca del fracaso llega sin solución de continuidad. No quien pare la rueda del fútbol.
A pesar de caer derrotados en Copa ante el Sanluqueño, con una imagen desde luego preocupante, la maquinaria del Cartagena ya se ha puesto en marcha para concentrar todos los esfuerzos en conseguir el objetivo predeterminado, que no es otro que el ascenso de categoría. Un ascenso que se consigue únicamente a través de la liga. La Copa es bonita, sí. Si superas las tres primeras rondas – en la que los desplazamientos son en su mayoría largos – te podía tocar un taquillazo. Sin embargo eso no sirve para ascender, y el futuro inmediato del equipo albinegro a casi todos los niveles depende de recuperar la categoría. No se trata de despreciar nada, sino de priorizar.
En cualquier caso, volver a plantear ese debate es estéril una vez que los albinegros han quedado eliminados. Lo importante ahora es medir la capacidad de reacción del equipo tras el mal partido en Sanlúcar. Sobre todo, saber si el Cartagena puede corregir errores y plantear un partido distinto. En la Segunda B habrán más partidos parecidos al del jueves que al del anterior sábado ante el Albacete. La categoría es 'perra' y poco lucida. Se usa más veces el mono de trabajo que el esmoquin.
Y el de Écija tiene pinta de ser otro de esos encuentros de fajarse. Fuera de casa, ante un equipo con la moral alta tras vencer en la primera jornada y que, a priori, su punto más fuerte es una defensa bien armada y una rápida contra. Vamos, algo a lo que el equipo albinegro deberá acostumbrarse cuanto antes.
Para ello, ya se sabe que el Cartagena (4º con 3 puntos) no podrá contar con dos titulares el pasado sábado. Ni Cristiano ni Cañadas podrán disputar minutos en la ciudad astigitana. Tampoco Mariano ni Marcos Rodríguez jugarán por lesión, por lo que el centro del campo supone, a estas horas, el principal quebradero de cabeza de Pato. Diego Segura es un fijo, pero el acompañante es una incógnita. Urzaiz jugó en Copa y no ofreció buen rendimiento. ¿Sacará Pato el as en la manga que dijo tener? ¿Tendrá el canterano Sergio minutos?
En la portería, Víctor disipó dudas en Sanlúcar. Estuvo sobrio y muy seguro, y de momento no le ha dado tiempo a Juanma a realizar los suficientes entrenamientos como para ser el elegido, a priori. Defensa y delantera son fijas desde que se inició la temporada. Esas líneas son intocables porque, además, han dado buen rendimiento. Otra duda es si Nico Raimondi llegará a tiempo para entrar al menos en la convocatoria o preferirá no forzar.
Por su parte, el Écija Balompié (2º con 3 puntos) goleó a domicilio al Sevilla Atlético (0-3) en un sorprendente resultado para un conjunto que la pasada campaña coqueteó con el descenso hasta prácticamente la última jornada. Sin embargo, el equipo de Miguel Rivera ha firmado bien y barato, armando un bloque sólido en defensa y con velocidad en ataque, haciendo del contragolpe su arma más significativa.
En definitiva, una buena piedra de toque para conocer por donde van a ir los tiros. Todavía tenemos la duda de si este equipo va a ser capaz de desenvolverse en terreno embarrado, y no necesariamente de manera literal.
Écija Balompié: Ramón; Blanco, Astrain, Óscar, Juanje; Nando, Segovia; Antoñito, Coco, Pizarraya; Plata.
FC Cartagena: Víctor; Campins, Hugo Álvarez, F.Martín, Navarro; Urzaiz, D.Segura; Tonino, Perona, Óscar Rico; Florian.
Domingo 2 de septiembre.
20:00 horas. Estadio de San Pablo.
Árbitro: Jiménez Moreno (colegio castellano-manchego).
