En Elche piensan que si bien matemáticamente todavía existen opciones de meterse en la zona noble de la tabla, el que Miguel Palanca ya esté recuperado de su lesión y a punto para jugador cuando diga Ferrando, rompe toda posibilidad de reforzarse.
En las últimas semanas los franjiiverde hablaron con Geijo (Granada) y Sangoy (Soporting) sin poder cerrar su contratación porque ambos futbolistas comenzaron a tener más minutos en sus respectivos equipos.
Después pensaron en el delantero holandés del Nàstic Berry Powel, que viajó a Elche para ser examinado por los médicos del club y se conociese de una vez con exactitud si estaba en condiciones de jugar. Y se comprobó que ni siquiera tenía el alta y se decidió no contar con él. Pero es que ni siquiera llegó a entrenar para evitar que volviera a sufrir una lesión muscular y tan sólo pisó el gimnasio del estadio Martínez Valero.
Como se sabe, la siguiente opción que barajó el Elche fue la del delantero cartagenerista Braulio, pero mientras el club decidía si le abría la puerta a César Ferrando comunicó a la comisión deportiva que en vez de un punta deseaba un futbolista de banda porque con Nicki Bille y Ángel ya tenía cubierta la tarea ofensiva.
{sumario:Esta vez Paco Gómez obró de acuerdo con la lógica y no quiso el desmantelamiento del equipo :sumario}De manera que a partir de ahí, entró en acción el cartagenerista Collantes, pero el dueño del club, Paco Gómez, lo evitó para no dar la sensación ante su afición que arrojaba la toalla y que daba por descendido a su equipo. Así que el Elche optó por aguardar a que pasara el fin de semana, pero aunque el Cartagena sucumbió en el Zorrilla de Valladolid y ponía más fácil la salida de Collantes, y ahora es el propio club de la Ciudad de las Palmeras el que ha decidido frenar todo fichaje y aguantar con la plantilla que tiene hasta final de campaña.
