3 de noviembre de 2009, 1:00
Algunos nerviosos, y de paso mal educados, profirieron insultos contra los empleados administrativos del Cartagena, que no eran culpables de nada.
Convendría llamar a la responsabilidad de esos aficionados, una minoría pero con comportamiento injusto y censurable.
Esta mañana la venta de entradas, una por abonado, se desarrolla con normalidad en las taquillas del Pabellón Central en Wssell de Guimbarda.
Convendría llamar a la responsabilidad de esos aficionados, una minoría pero con comportamiento injusto y censurable.
Esta mañana la venta de entradas, una por abonado, se desarrolla con normalidad en las taquillas del Pabellón Central en Wssell de Guimbarda.