27 de junio de 2013, 8:00
La inmensa mayoría de los seguidores cartageneristas siguen con interés las continuas evoluciones de los acontecimientos que se generan en el Cartagena. Estos días pasados en los que la actividad oficial del club ha sido nula ha ocurrido todo lo contrario a nivel interno y en el que la figura del concejal de Deportes, Diego Ortega, ha tenido mucho que ver.
Lo cierto es que el cambio de presidente, la salida de Paco Gómez como tal y su reemplazo a cargo de Chencho Martínez, un funcionario de Aduanas que lleva la asesoría fiscal del club desde que el empresario de Jacarilla aterrizó por el Cartagonova, es la comidilla entre la inmensa mayoría de abonados y seguidores cartageneristas.
El concejal de Deportes ya dijo hace días a este diario digital haber mantenido algunas conversaciones con Paco Gómez y por esas razones se mostraba tranquilo. Sabía que el fútbol a nivell de Segunda B iba a seguir en Cartagena. Lo que desconocía el edil era la fórmula exacta. Paco Gómez estaba ‘condenado’ a seguir con el Cartagena pero con él lejos del palco del Cartagonova.
Paco Gómez ha estado ‘cociendo’ en secreto todos los condimentos que le han ido poniendo encima de la mesa desde Cartagena. El hecho de que el dueño del club apenas se relacione con gente más o menos importante o conocida de la ciudad dificultaba las gestiones para encontrar a la persona ideal, capaz de calmar el enfado generalizado con el club, que es lo mismo que decir contra su todavía presidente. Hasta que surgió el nombre de Chencho Martínez, una persona considerada normal, bien vista dentro y fuera del club y que puede ser capaz de aportar un poco de sentido común con el dinero que Paco Gómez seguirá aportando, pero ya sin aparecer. Ni en público ni en privado.
Uno de los principales objetivos de Chencho Martínez tiene que ser, a la fuerza, evitar la fuga del mayor número posible de esos abonados que ya han dicho que no piensan renovar su abono. Para ello no hay que tardar. Ilusionar de nuevo parece vital y Chencho Martínez, ‘guerrero’ (por su vinculación con la tropa festera cartaginesa de los Guerreros de Uxama) y cartagenerista de los considerados ‘de toda la vida’ puede ser esa persona que traiga al entorno del club blanquinegro la paz y la cordura necesaria, especialmente con las peñas con cuyo presidente, Pencho Angosto, le une una buena relación. En ese aspecto sí que va a ganar el Cartagena.
De momento el que se perfila como sucesor de Gómez está acabando con su particular aventura de finalizar el Camino de Santiago, previsto desde hace tiempo. Una buena terapia para lo que le viene encima. Para la semana que viene estará de nuevo en Cartagena y será entonces cuando se perfilará todo para que se convierta en el cuarto presidente del FC Cartagena, después de Florentino Manzano, Manuel Feitó (testaferro de Luis Oliver) y el propio Paco Gómez, que es la persona que tiene la última palabra. Al fin y al cabo él sigue siendo el dueño (único) del club.
