6 de agosto de 2009, 2:00
Si el inolvidable Ginés Pagán, el difunto patriarca de la empresa de las rejillas que se venden en toda Europa como rosquillas viviera, es posible que la marca de Fuente Álamo continuase aportando la colaboración en dinero, pero los esquemas cambian como los tiempos y la empresa que llegó a patrocinar al fútbol modesto, al CD Dolorense en todas sus secciones y al tenis de mesa femenino de Cartagena, se ha desmarcado, mandan otras personas y se modifican los criterios, todo dentro de lo comprensible.
Los patrocinios no pueden ser eternos. Teka dejó de patrocinar al Madrid, como igual sucediera con Parmalat. En el fútbol español el único patrocinador eterno es Cajamurcia en relación con el Real Murcia y no se hable más. En tanto Egea esté de presidente en la floreciente entidad (y que sea por muchos años) la caja regional estará ahí. Con el Cartagena ya estuvo, pero ni punto de comparación en el volumen de la ayuda, que fue bien acogida pero escasa. Y eso que el segundo en el puente de mando de Cajamurcia es sobrino del que fuera presidente, el recordado con cariño Herminio Campillo Castillo. Pero no vale este argumento, claro.
En Granada la leche Puleva se gastó un pastón como patrocinador de los de Los Cármenes y después entró en escena La General (Caja de Ahorros). En Las Palmas CajaCanarias apoya a la Unión Deportiva y la Comunidad Valencia ayuda por igual a Elche, Levante y demás clubes de la categoría. En Albacete, cuando no son los Quesos como marca genérica, es el sector de la Cuchillería y antaño la hoy polémica caja Castilla La Mancha.
TODOS TIENEN PADRINO MENOS EL CARTAGENA
Todo el mundo tiene padrino menos el "pobretico" FC Cartagena.
En fin, hay infinidad de ejemplos de ir y venir de patrocinadores en todos los deportes. Rotaciones lógicas.
El Cartagena no estaba libre de permanecer a expensas de los vaivenes de las posibilidades económicas y eso es comprensible. El Espacio Mediterráneo tampoco está para muchos dispendios y no digamos nada de Mandarache, todavía pendiente de una auténtica situación de boom comercial, a expensas del crecimiento habitacional de la zona. El Centro Comercial Abierto, tan respetable como los anteriores, tampoco puede mojarse con inversiones publicitarias más allá de campañas puntuales en Navidad, Reyes y paremos de contar. Nadie asume riesgos de inversiones en imagen en tiempo de crisis y lo que el FCC necesita no son cuatro euros.
Aunque la publicidad, bien utilizada, siempre da el ciento por uno. Que nadie lo olvide.
TERMINO EL CICLO RELESA
Se acabó el ciclo Relesa y se esperaba que, uno de dos, el Teatro Romano o Cartagena Puerto de Culturas cubrieran la vacante, pero hay un silencio municipal a ultranza y la única filtración malévola señala que “en las arcas del Ayuntamiento no hay dinero para ello”. Al final probablemente ese dinero, como inversión para la fuente de alimentación que es el turismo, se hará pero mientras surgen los comentarios. Es inevitable.
A tres semanas de que arranque la Liga lo normal es que el FC Cartagena se estuviese beneficiando de la venta de camisetas con el anagrama o logotipo correspondiente. Al menos un centenar de camisetas podrían ser vendidas a diario, cálculo a la baja.
Se deja de ingresar un dinero, por culpa de la larga demora en desvelar la marca. Así se estrella la empresa totanera Mabel, que fabrica las camisetas, y se estrellaría la mismísima Adidas. No se puede improvisar tanto.
Centenares de aficionados, jóvenes y menos jóvenes, ansían comprar ya la nueva camiseta de su equipo para lucirla ya la tarde de estreno del Rayo Vallecano en el estadio o quién sabe si en la salida a Girona, el último mes de semana de este mes. Pero tienen que esperar. El "merchandeisin" se va al carajo, carajillo, carajón.
Los patrocinios no pueden ser eternos. Teka dejó de patrocinar al Madrid, como igual sucediera con Parmalat. En el fútbol español el único patrocinador eterno es Cajamurcia en relación con el Real Murcia y no se hable más. En tanto Egea esté de presidente en la floreciente entidad (y que sea por muchos años) la caja regional estará ahí. Con el Cartagena ya estuvo, pero ni punto de comparación en el volumen de la ayuda, que fue bien acogida pero escasa. Y eso que el segundo en el puente de mando de Cajamurcia es sobrino del que fuera presidente, el recordado con cariño Herminio Campillo Castillo. Pero no vale este argumento, claro.
En Granada la leche Puleva se gastó un pastón como patrocinador de los de Los Cármenes y después entró en escena La General (Caja de Ahorros). En Las Palmas CajaCanarias apoya a la Unión Deportiva y la Comunidad Valencia ayuda por igual a Elche, Levante y demás clubes de la categoría. En Albacete, cuando no son los Quesos como marca genérica, es el sector de la Cuchillería y antaño la hoy polémica caja Castilla La Mancha.
TODOS TIENEN PADRINO MENOS EL CARTAGENA
Todo el mundo tiene padrino menos el "pobretico" FC Cartagena.
En fin, hay infinidad de ejemplos de ir y venir de patrocinadores en todos los deportes. Rotaciones lógicas.
El Cartagena no estaba libre de permanecer a expensas de los vaivenes de las posibilidades económicas y eso es comprensible. El Espacio Mediterráneo tampoco está para muchos dispendios y no digamos nada de Mandarache, todavía pendiente de una auténtica situación de boom comercial, a expensas del crecimiento habitacional de la zona. El Centro Comercial Abierto, tan respetable como los anteriores, tampoco puede mojarse con inversiones publicitarias más allá de campañas puntuales en Navidad, Reyes y paremos de contar. Nadie asume riesgos de inversiones en imagen en tiempo de crisis y lo que el FCC necesita no son cuatro euros.
Aunque la publicidad, bien utilizada, siempre da el ciento por uno. Que nadie lo olvide.
TERMINO EL CICLO RELESA
Se acabó el ciclo Relesa y se esperaba que, uno de dos, el Teatro Romano o Cartagena Puerto de Culturas cubrieran la vacante, pero hay un silencio municipal a ultranza y la única filtración malévola señala que “en las arcas del Ayuntamiento no hay dinero para ello”. Al final probablemente ese dinero, como inversión para la fuente de alimentación que es el turismo, se hará pero mientras surgen los comentarios. Es inevitable.
A tres semanas de que arranque la Liga lo normal es que el FC Cartagena se estuviese beneficiando de la venta de camisetas con el anagrama o logotipo correspondiente. Al menos un centenar de camisetas podrían ser vendidas a diario, cálculo a la baja.
Se deja de ingresar un dinero, por culpa de la larga demora en desvelar la marca. Así se estrella la empresa totanera Mabel, que fabrica las camisetas, y se estrellaría la mismísima Adidas. No se puede improvisar tanto.
Centenares de aficionados, jóvenes y menos jóvenes, ansían comprar ya la nueva camiseta de su equipo para lucirla ya la tarde de estreno del Rayo Vallecano en el estadio o quién sabe si en la salida a Girona, el último mes de semana de este mes. Pero tienen que esperar. El "merchandeisin" se va al carajo, carajillo, carajón.
