Ha sido casi un visto y no visto. De verlo pasear con su perrito a la hora del vermú al hospital del Santa Lucía primero y a fallecer después apenas en un abrir y cerrar de ojos. Ha muerto Bolarín, probablemente, el presidente que más ríos de tinta se vertieron con él tras su paso por la cárcel de San Antón por un presunto tráfico de drogas. Fue en el verano de 1996 y aquella noticia dio la vuelta a España. Por fortuna para él salió pronto del recinto carcelario y aquel turbio caso quedó archivado.
Andrés Bolarín, operado de un cáncer de garganta, tenía una voz peculiar y era amigo de sus amigos. Quería al fútbol y al Cartagena. Cuando el grupo aquel fantasmagórico de Sporto Gol Man languidecía en el actual Cartagena aún tuvo un ramalazo de querer comprar aquellas acciones. Ganas nunca le faltaron.
Hace unos años tuvo una tentativa de comprar al Albacete Balompié y llegó a iniciar gestiones. Hasta demandó a un medio manchego, que había recordado con mala inquina su pasó por la cárcel, que siempre le persiguió aunque él supo tomárselo con buen talante salvo a los que él consideraba que querían hacerle daño.
Los cofundadores de SPORTCARTAGENA, Manuel Ángel Balaguer y Guillermo Jiménez, entonces trabajando en La Opinión y La Verdad respectivamente, fueron los únicos periodistas autorizados por el Ministerio de Justicia e Instituciones Penintenciarias, tras un mes de intensas gestiones para entrevistarle in situ en la misma cárcel de San Antón en una entrevista que tuvo mucha repercursión mediática en la España futbolística de entonces. Aquella tarde Bolarín se explayó a gusto.
UN PERSONAJE ESPECIAL Y OCURRENTE
La realidad es que Andrés Bolarín era un personaje especial y muy ocurrente. Siempre tenía algo escondido que te sorprendía, el fútbol era su pasión pero también estaba desengañado de los ‘trapa-líos’ que había visto a lo largo de su vida. Belmonte, el actual presidente del Cartagena, no era santo de su devoción y no comulgaba con sus ideas.
Ha muerto con 77 años. Desde aquellos hechos que le convirtieron en 'famoso' siempre tuvo que luchar contra ese estigma pero la realidad es que supo enderezar el rumbo con gallardía para acabar siendo una persona querida y respetada, si bien su paso por el Cartagena como máximo dirigente fue un auténtico desastre. Lo cortés no quita lo valiente. Sucedió en el cargo de aquel oscuro Cartagena FC a Paco Villaescusa para acabar siendo el último presidente de aquel Efesé que acabaría retirándose y dar la alternativa al Cartagonova FC de Florentino Manzano, que ya llevaba un año en marcha y que es el actual FC Cartagena.
Descanse en paz Andrés Bolarín, un tipo campechano y bonachón al que ss familiares y amigos le van a echar de menos.
