El padre Turpín, el incombustible padre Antonio Turpín, falleció este jueves en el Hospital General de Elche a consecuencia de una gangrena generada por la diabetes que sufría desde hace años. Turpín, que había pasado hasta por tres infartos, no ha podido sorportar esta vez los embates de su enfermedad que, cuando menos se esperaba, ha podido con él.
La irreparable pérdida del que ha sido capellán del FC Cartagena es muy sentida especialmente en Cartagena pero también en Albacete, en Orihuela y en Ricote, su pueblo natal a dónde se escapaba cuando podía y era una persona muy querida y respetada. Turpín pasó varias décadas en el colegio de la Inmaculada/Franciscanos de Cartagena impartiendo clases como profesor de Lengua, dónde siempre ha sido muy respetado. Por sus clases han desfilado generaciones enteras de cartageneros y cartageneras que hoy lamentan su pérdida.
El padre Turpín, fiel devoto de la Virgen de la Caridad, era un apasionado de la vida y todo lo que hacía lo hacía con ganas. Pero especialmente tenía una pasión y era el fútbol, dónde llegó a ser durante muchos años vicepresidente del Ciudad Jardin aunque el Cartagena siempre ha sido su ‘ojito derecho’, equipo por el que suspiraba.
Suya fue la mejor campaña de publicidad generada por el club blanquinegro, aquella en la que aparecía con la sotana de fraile pidiendo el apoyo de los aficionados bajo la frase "Bienaventurados los que creen, Somos la ostia”, una campaña que, además de hacerle famoso en toda España, le generó problemas en su propia comunidad franciscana que acabaron por enviarle destinado hasta Albacete, lugar en el que no quería estar porque añoraba su destino de tantos y tantos años en Cartagena, ciudad que la considerada como su casa.
Su entierro tendrá lugar este viernes a las 16:30 horas en la Comunidad franciscanas que se encuentra en Orihuela, en la iglesia de San Francisco, situada en la Plaza de San Francisco número 1, de la ciudad orcelitana, hasta dónde acudirán muchos cartageneros para darle a este franciscano grande el último adiós que se merece.
EN ESTADO CRÍTICO
Los médicos que atiendían al padre Antonio Turpín desistieron de amputarle la pierna izquierda debido a su delicado estado de salud. El capellán del Cartagena llevaba ingresado varios días aquejado de una gangrena en su pierna izquierda cuyo diagnóstico era el de amputar.
Tras un primer intento el pasado viernes se declinó porque los análisis previos eran malos y no aconsejaban operarlo. El pasado miércoles día 3, después de llevarlo al quirófano los médicos renunciaban a la intervención quirúrgica y Turpín regresaba de nuevo a su habitación donde permanecía sedado. Se encontraba en estado crítico.
Los médicos informaron que la enfermedad que padecía se encontraba tan avanzada que se temía por un fatal desenlace, algo que ha terminado aconteciendo este jueves 4 a mediodía, cuando se confirmaba su fallecimiento.
