La solución del Cartagena pasa por evitar el descenso a toda costa y porque el juez apruebe definitivamente el concurso de acreedores, que reduciría la actual deuda de forma considerable y atraería a posible compradores.
Con Florentino Manzano fuera del club todo apunta a que Sporto quiere o pretende quitarse de en medio cuanto antes ya que actuaban como meros testaferros del que, tiene todos los visos, de haber sido hasta su marcha del club, el auténtico ‘jefe’ en el Cartagena, un Florentino Manzano que ahora se encuentra ‘desaparecido’ futbolísticamente hablando y que ha vuelto a salir malparado de esta nueva aventura futbolística.
Porque Manzano llegó a tener vendido y hasta con un lacito puesto en el envoltorio de este Cartagena que no acaba de vislumbrar su futuro inmediato. Lo había conseguido prácticamente con Andrés Bolarín, pero cuando este tenía que firmar el contrato de compraventa, se arrepintió, dio marcha atrás y fue lo que al parecer provocaría, en realidad, la dimisión y salida de FM del Cartagena.
Javier Martínez y Javier Marco no tardaron en reaccionar y se pusieron en marcha prácticamente al da siguiente con la finalidad de poner al club en un escaparate lo suficientemente visible como para despertar el interés de posible compradores. Y en ello están.
De momento hay un acercamiento con el Efesé del Polígono y una comida prevista con dos de sus dirigentes de mayor rango, Gómez Meseguer y Nicolás López Cuadrado, con la única finalidad de negociar nuevamente la deuda que mantienen, buscarle una solución inmediata y tratar de recuperar la filialidad a partir de la próxima temporada.
Pero el objetivo de los Javieres es, claramente, la venta del club, hablan, viajan, negocian, dicen lo que interesa decir en cada instante y saben cómo darle la vuelta al calcetín si es necesario. Pero la única realidad es que el Cartagena está en venta. Y si no se ha vendido ya es porque hace unos días, Andrés Bolarín, a sus 72 años, se echó atrás en el último momento.
