Cuando el Cartagena inició su partido con la UD Las Palmas era el sexto clasificado, tenía 39 puntos y estaba dentro del playoff a ocho puntos…del ascenso directo. Ese día a esa hora había muchos sueños revoloteando entre la afición cartagenerista, que si se gana esta tarde, que si nos hacemos fuertes en el playoff, que si patatín, que si patatán…
Diez jornadas después el mismo Cartagena se encuentra en caída libre: siete puntos, siete, de los últimos 30 disputados, solo dos victorias y un empate y todo lo demás, derrotas. Eso, por no hablar del puesto en el que puede acabar el equipo blanquinegro cuando se cierre la jornada y que podría estar entre el puesto 12º y el 15º, dependiendo de los marcadores que se den en la jornada, pero teniendo en cuenta la igualdad que existe hasta se podría rozar posiciones realmente bajas.
La permanencia está casi conseguida, pero falta el 'casi' que debería concretarse este sábado con el partido frente al Alcorcón en el Cartagonova, donde no se puede fallar
¿Riesgo de descenso? La realidad es que la permanencia está casi conseguida, pero falta el ‘casi’. Un descenso a estas alturas sería una catástrofe de proporciones bíblicas que prácticamente nadie contempla en el cartagenerismo, pero como poderse, se podría dar.
Lo que sí es cierto es que este Cartagena sigue perdiendo gas a medida que van pasando las jornadas y que su rendimiento, excepción hecha de sus dos triunfos con goleadas ante el Éibar y el Zaragoza, deja mucho que desear. Ha pasado de ser un equipo fresco, ilusionante, a ser un conjunto ramplón, sin mordiente, casi sin ilusión a tenor de lo que se dejaba ver en Lugo. Cierto que viajaba con muchas bajas y que eso siempre influye pero, caramba, siempre se ha mantenido que este Efesé tenía más plantilla que equipo y ahora parece que ni eso.
La realidad es que lo único que prima ya es la permanencia. No hay otra. Y cuanto antes se consiga mucho mejor. Ante el Alcorcón, este sábado, es la primera gran oportunidad para despejar definitivamente los fantasmas que pudieran aparecer. Por si acaso, vamos a dejar los deberes hechos, vamos a ganarles al Alcorcón y a dar tranquilidad a quien pudiera ponerse nervioso. El desplome está ahí y habrá que ponerle freno.
