jueves. 28.03.2024

SPORTCARTAGENA

En 2014 se escapó toda la ilusión con la que arrancó el año, tras aquellas victorias ante El palo y el Lucena que dejaron al entonces equipo dirigido por Tevenet a un solo punto de alcanzar el liderato. Pero el gozo quedó en el pozo porque llegó el Albacete y aquel 3-0 dejó claro que iba como un cohete hacia la Segunda A. Y por si era poco otro 3-0 seguido, en La Hoya, que dejó un poso de desilusión del que ya no se recuperarían los albinegros, que tuvieron que conformarse con ser terceros, a pesar de haber hecho una grandísima campaña.

2014 también dejó la histórica compra de Sporto Gol Man 2020 y el final de la etapa, larga etapa de Paco Gómez como dueño del Cartagena. Los ‘tejemanjes’ estuvieron a la orden del día porque la verdad nunca llegó a saberse del todo. Estaba Florentino Manzano metido en este proyecto, estaba también otro ex albinegro, Daniel Golpe en representación de Sofinsvent –la empresa de Mónaco que puso 250.000 euros y trajo a Julio Ribas de la mano- y muchos meses después tuvimos que enterarnos gracias a una descarada filtración a la prensa, de que existía una tercera empresa escondida, con sede en Madrid, apoyando a este proyecto que ahora pasa por sus horas más bajas,

El recién presentado concurso de acreedores es la señal clara e inequívoca de que las cosas no funcionan en el Cartagena y que la quiebra económica es total. Pero también es un motivo para la esperanza en este 2015 que arranca y en el que más de uno, en la plantilla cartagenerista, ve posible aún alcanzar los playoff de ascenso.

Pero claro, la deuda con Hacienda está ahí y aunque nadie puede negar el trabajo de Javier Martínez y de Javier Marco a la hora de preparar ese concurso de acreedores que ya ha sido presentado, la realidad es la que es, una deuda que se aproximaría mucho a los 3,5 millones si incluimos a los intereses. De todos modos hasta el mes de febrero no sabremos si el Juzgado de lo Mercantil lo acepta o no aunque Javier Marco, presidente blanquinegro, está convencido de que esta será la solución a todos los males económicos cartageneristas.

La afición blanquinegra, que pierde agua por todos lados, asiste impasible a estas ceremonias donde la confusión ha sido, muchas veces, la nota predominante. Hemos pasado de un promedio de 5.000 espectadores por partido a poco más de 2.500 ó 3.000, como mucho, a los encuentros en un Cartagonova dónde el equipo está ofreciendo la peor campaña de su historia en Segunda B y las broncas, los enfados y las pañoladas casi están a la orden del día.

Y pese a tantas molestias, a tanto desasosiego, se impone la esperanza, el optimismo, las ganas de salir adelante en un año que se presenta difícil pero también lleno de optimismo. La llegada de Manolo Palomeque como entrenador ha supuesto un buen balón de oxigeno. Nada se descarta. A partir de ahora se va a imponer el ‘partido a partido’ porque Palomeque pertenece a una época en dónde todo era posible. Con esa idea llega. 2015 será su gran reválida, un año que será complicado pero también cargado de esperanza y de optimismo.

Del fracaso de 2014 a la esperanza en 2015
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