‘El Brujo’ ha vuelto a nacer a sus 84 esplendidos años. El que lo fuera todo en el cuidado de las lesiones de los futbolistas del Cartagena vive retirado en su finca de La Torre Rubia, en las afueras de Molinos Marfagones. Allí, los otros días, sintió unas molestias que, sabiendo como sabe, temió que se tratase de un ataque al corazón como así fue.
No lo pensó dos veces y se marchó hasta el hospital de Santa Lucía donde inmediatamente le detectaron el problema que, tras controlarlo y salvarle de lo peor, se le preparó para un cateterismo en una de las arterías obstruidas En breve es posible que se le realice una segunda intervención. Volverá a casa próximamente. No hay motivos para la preocupación.
Hace unos días detectó que algo no funcionaba bien en su corazón, decidió irse hasta el hospital de Santa Lucía y allí le detectaron el infarto que lograron controlarlo y practicarle un cateterismo
Nació Genaro Zapata Hernández en plena Guerra Civil española. Hoy es un octogenario que o se arredra ante nada y que ya superó otro grave problema de salud del Hospital de Santa Lucía. Lo sufrió en febrero de hace dos años, antes de que el coronavirus se apoderado del globo terráqueo, y pudo marcharse tranquilo a su domicilio de Torre Rubia, , con su esposa. En reclusión y además ajeno a las noticias que nos dan televisión, periódicos, emisoras de radio. Vida ermitaña para quien fue durante más de cuarenta años enfermero y responsable de los servicios sanitarios del Cartagena, en El Almarjal y después en el Cartagonova.

El ojo clínico de Genaro ha resuelto muchas situaciones complejas que padecían futbolistas, deportistas en general. Pozo de sabiduría en la manera de entender la medicina deportiva. No era doctor pero era y es una eminencia en la emisión de pronósticos y a la hora de la recuperación de personas tras lesiones óseas o musculares. Sus diagnósticos daban por lo general en la diana.
Al margen del del medio siglo dedicado a los equipos principales de Cartagena, tuvo un paréntesis de tres años trabajando para el Real Murcia. Fue colaborador de inifinidad de entrenadores. Su afinidad con Felipe Mesones era grande, y en las antípodas sus relaciones profesionales con el entrenador uruguayo de los años 90 Voltaire García en el banquillo del Efesé