La afición malaguista ya estaba saboreando el triunfo que prácticamente tenían en el bolsillo cuando Delmás estaba ejecutando el que iva a terminar siendo el último fuera de banda de la noche.
El aragonés, que había saltado al césped unos minutos antes, colgó el balón hasta el mismísimo área para que allí apareciese del modo más imprevisto el japonés Shinji Okazaki, que supo revolverse a la antigua usanza para conectar una chilena -no demasiado ortodoxa, esa es la verdad- muy práctica que mandaba el balón al fondo del portal malaguista.
Más de un seguidor ‘boquerón’ se tiró en ese momento de los pelos. La Rosaleda, que también se le da al Cartagena desde su ascenso en 2020. Shinji se acababa de convertir en el protagonista ante su ex equipo, con el que curiosamente nunca llegó a debutar en un partido oficial.
Los seguidores malaguistas ya saben como se las gasta este ‘japo’ de 35 años que procura echar el resto en su recta final como futbolista. La Rosaleda se quedó congelada.
