Por encima incluso de los puntos, el Carranza necesitaba un guiño. La afición del Cádiz venía pidiendo a gritos argumentos para creer y no había un momento mejor para dárselos que ante el hasta hoy líder invicto, el Cartagena. El conjunto de Monteagudo dio por fin un golpe sobre la mesa y presentó sus credenciales superando a los cartageneros con buen juego, contra diez y contra once. Albentosa, Belencoso y Pablo Sánchez firmaron los tantos en una goleada que puede y debe ser un punto de inflexión para los amarillos esta temporada.
El Cartagena llegó a Carranza sin miedo, con la idea de hacer valer su condición de coco del grupo ante un conjunto amarillo asediado por las dudas generadas en las últimas jornadas. En el minuto 7, Perona estuvo a punto de materializar los miedos de los cadistas pero Aulestia salvó un mano a mano providencial y a partir de ahí todo se tornó de color amarillo.
Indiano, en su mejor partido de la temporada, tomó el mando y dirigió a los suyos con maestría, pasando y rematando. El Cádiz dominaba y generaba peligro. Así, en el 26 llegó el gol que hacía justicia en el marcador, por medio de Albentosa. El central aprovechó el rechace de Juanma a remate de Garrido para poner el 1-0.
No todo podía ser tan perfecto, que esto es el Cádiz, y los amarillos pusieron picante al partido saliendo con una empanada monumental tras el descanso. El Cartagena con diez comenzó a rondar más de lo debido la meta de Aulestia y los de Monteagudo jugaban con fuego rifando cada balón, sin señales del criterio mostrado en los primeros 45 minutos.
Pero este era el día de la resurreción amarilla y la sentencia llegó en el 69, aprovechando una buena jugada a balón parado. Indiano colgó un balón al segundo palo, Albentosa prolongó y ahí Belencoso, con la punta de la bota, firmó el 2-0. Y tres minutos después, con el Cádiz desatado y el Cartagena hundido, Pablo Sánchez redondeó una goleada que es un enorme golpe de moral para los amarillos aprovechando un rechace de Molina a disparo de Viyuela. Carranza celebraba eufórico un triunfo que invita a creer. Justo lo que todos necesitábamos.