Soto, o como le llaman los amigos ‘el Sotico’ se crío en lo que antes era la Puerta de la Villa y ahora ocupa toda esa zona el monumental Teatro Romano. De crio fichó en el CD Cartagena porque Godrofredo Román, un excelente ojeador y entrenador que trabajaba en el infantil B albinegro, lo descubrió jugando en la calle. Se hizo cartagenerista hasta la médula y así sigue, toda una vida llorando más que riendo las desdichas (muchas) y alguna que otra risa, como mandan los cánones del buen cartagenerista que se precie.
Fue pintor, electricista, floristero en sus tiempos jóvenes y tuvo tiempo de jugar su único partido con el CD Cartagena en Villajoyosa. Fue su tarde más feliz de albinegro
A pocos meses de su jubilación en el kiosko de prensa que tiene en lo que se conoce como las Casas de Peralta, ya en las inmediaciones de Ciudad Jardín, allí despacha cada día la prensa. Pero cada día que pasa mantiene un sueño. “La gran ilusión de mi vida es ver a mi Cartagena en Primera División” nos dice con cara de satisfacción mientras despacha a uno de los cientos de clientes que cada mañana, de 7 a 14 horas, desfilan por su ‘despacho’, dónde nunca le falta una sonrisa.
Soto, en sus tiempos de jugador del Moscardó, en Madrid
Como futbolista se retiró joven “porque llegaron a la familia mis dos hijos, gemelos, y ahí se acabó el fútbol. Era mucha tarea para mi mujer y lo que yo no podía hacer era acabar de trabajar, irme a entrenar y volver a las tantas de la noche, así que me lo dejé”. Soto ha hecho muchas cosas antes de ser kioskero. Fue pintor, electricista, floristero de los buenos…había que trabajar y sacar a la familia adelante.
'El Sotico' con su perro 'Felipe', junto a su kiosko en las Casas de Peralta, dónde es un personaje querido y respetado
Antes de todo eso y tras pasar por los infantiles del Cartagena, todavía era Club Deportivo Cartagena, de la mano del inolvidable Godofredo, (que murió demasiado joven) y después del inigualable Pedro Lirón que, a sus 75 años, todavía va en una buena moto y hecho un chaval. “Para mi aquella fue la mejor etapa de toda mi vida. Y lo mejor fue cuando jugué el que después acabaría siendo mi único partido oficial con el Cartagena. Fue en Villajoyosa y perdimos 3-1, pero aquel día no se me va a olvidar mientras viva”. Después jugaría en Las Palas y Fuente Álamo.
En el Moscardó jugó con Toni Grande, ex del Real Madrid y, con los años, el ayudante de Vicente del Bosque en la selección Española que fue campeona del Mundo
Hace unos años Soto sufrió un ictus que le afectó aunque por suerte, ya está completamente recuperado, sin secuelas. Cuando acabó su etapa en el Cartagena fichó por el entonces llamado Repesa que entrenaba el mencionado Pedro Lirón, de ahí a la Deportiva Minera, otro equipo que lleva siempre en el corazón, para dar el salto al Moscardó, un equipo entonces bastante famoso en Madrid aunque jugase en Tercera,.
Allí coincidió con Toni Grande (el que fuera futbolista del Real Madrid y posterior ayudante de Vicente Del Bosque en la selección Española, doble campeona de Europa y del Mundo) que eligió al Moscardó para colgar las botas. “Teníamos un equipazo, pero lo que yo quería al final era volver a Cartagena y eso hice, fichar otra vez por la Deportiva Minera, equipo al que quiero muchísimo”.
Soto se conforma con la permanencia esta temporada “aunque sea sufriendo y en la última jornada” pero nadie le quita de la cabeza el poder estar algún día viendo al Efesé en el nuevo Estadio Santiago Bernabéu que Florentino Pérez está construyendo y jugando contra ‘su’ Real Madrid. “Es un sueño que espero verlo cumplido en pocos años” dice con toda la ilusión.
En la imagen podemos ver y recordar a jugadores con mucha leyenda en el cartagenerismo como el vasco Azurmendi, fallecido no hace mucho tiempo, el meta Urquiaga, Jesús Segura, Lalo, Pepe González 'Pecho Lobo', Paco Meca y Soto, que es el primero agachado por la derecha. Este partido fue un Naval-Minera con los Juncos a rebosar. Ganaron los del Llano aquel día a un Naval que en ese momento era el vigente campeón de España de Aficionados.Soto guarda estas fotos como oro en paño en un cajón de los recuerdos y, de vez en cuando, las mira y recuerda aquellos tiempos desde su kiosko.
