Grave traspiés del Cartagena (1-2)

 

 

FC Cartagena  1-2 Arroyo CP

 

 

FC Cartagena: Limones; Ceballos, Robusté (59’ Arcas), Tarantino, Germán; Sergio, Luque (78’ Migue), Prosi; Gato, Carlos M., Hevia.

 

Arroyo CP: Facundo; Campins (11’ Bayón), Polo, Gallardo, Carlos Tomás, Iván Moya, Armero, Capo, Casi (90’ Rojas), Coco (67’ Mauro), Carrasco.

 

0-1, Coco de penalti (24’); 0-2, Armero (70’); 1-2, Hevia (72’).

 

Sánchez Rico, del colegio catalán. Amonestó a Chus Hevia y Robusté por los locales y a Coco, Bayón, Casi y Armero por los visitantes. Expulsó por doble amarilla a Iván Moya (84’).

 

Alrededor de 3.000 espectadores en el municipal Cartagonova.

 

 

Por CARLOS SÁNCHEZ / Fotos de RAÚL VELASCO

 

Dice nuestro contertulio Simón Ruiz que, casi por estadística, es imposible ganar dos partidos seguidos en casa cuando el calendario te da esa posibilidad. Ante ese reto se enfrentaba el equipo de Palomeque, acuciado por la necesidad de los puntos para la supervivencia. Y no pudo ser. La estadística siguió siendo implacable, y más para un equipo que ha estado muy lejos de ser sólido en su estadio esta campaña. Un mal endémico de estos meses.

 

Todo ello, a pesar de que la salida al campo fue buena, con grandes intenciones plasmadas sobre el campo. Apoyos en corto, llegadas al área del Arroyo, pero faltos de finura en los últimos metros. Eso impidió que los albinegros se adelantaran en el marcador, a pesar de que Chus Hevia disfrutó de una buena ocasión a pase de Luque. Unos minutos después, llegó el punto de inflexión en el encuentro. Casi recortó dentro del área y Robusté, cuando éste se salía ya de la zona de castigo, cometió un penalti evitable.

 

Coco convirtió desde los once metros, y lo que era un Cartagena serio, ordenado, aseado y con buenas salidas al área de Facundo, pasó a ser un Cartagena con más ganas que fútbol, con prisas y sin calma. A pesar de ello, también pudo haber conseguido un empate sanador en una clara jugada de Gato por la izquierda, que remató en boca de gol Carlos Martínez bastante desviado. El cordobés no atraviesa su mejor momento y eso se nota, sobre todo cuando su participación en ataque se requiere primordial para los intereses del equipo.

 

Con el 0-1 se llegó al descanso, y el Arroyo reafirmó su posición. Agazapado, esperando, y jugando con ese ‘otro fútbol’ que tanto se prodiga por la 2ªB. Y veinte minutos después  llegó el jarro de agua fría. Víctor Armero se hizo una gran jugada personal por la banda derecha, entrando dentro del área y cruzando la pelota al segundo palo donde no llegó Limones. Un 0-2 que suponía un auténtico palo para los locales, que querían buscar la remontada como fuera. Los extremeños ponían tierra de por medio.

 

Chus Hevia llegó, dos minutos después, para apaciguar un poco los ánimos. El asturiano, tocado por la varita mágica, clavó en la escuadra una falta directa para recortar distancias. El ‘rey Midas’ albinegro daba un hilo de esperanza a los suyos, todavía con 20 minutos por delante para voltear el resultado. El Arroyo siguió jugando sus bazas, sabiendo lo que hacía para conseguir amarrar el resultado. El Cartagena siguió improvisando sobre la marcha, con ataques con más corazón que cabeza, que no dieron resultados.

 

A falta de seis minutos para el final fue expulsado el visitante Iván Moya. En esos instantes, los de Pato dieron el definitivo paso atrás, para evitar el empate, y cerraron a cal y canto la portería de un Facundo que se mostró muy seguro en todas sus intervenciones. Hasta Limones lo intentó subiendo a rematar un último córner. No hubo suerte. La próxima semana la salida a Córdoba vuelve a tener tintes dramáticos.