La situación actual del FC Cartagena se complica, y de qué manera, conforme van pasando las jornadas. Lejos de aportar ilusión y claridad, van cercenando partido a partido las ilusiones cada vez más mutiladas de los seguidores blanquinegros. El partido de Albacete ha sido el colofón a lo que llevamos de año donde en una sola jornada, la del triunfo por huevos o como se diga, ante el Leganés, ha estado fuera del descenso.
La otra fue en el primer partido del año ante el Zaragoza de JIM, cuando el equipo aún no se había metido de lleno en la zona roja. No queremos ser agoreros. Ni tristes. Ni fatídicos. Sólo realistas. Y esa realidad dice que este Cartagena cada vez tiene más difícil seguir en el fútbol profesional. No es cuestión de hacer ahora leña de un árbol que se cae, solamente que, sí cae, unos cuantos van a seguir los mismos pasos.
Paco Gómez ‘el Paloma’ salió del Cartagonova por la puerta más pequeña que había después de tirarse una década poniendo millones y más millones encima de la mesa. Imaginaros como pueden salir ahora los que cobran una millonada para este fracaso de temporada Porque es una detrás de otra y la afición, que ha pagado religiosamente, está hasta las narices de aguantar las veleidades de quienes están conduciendo al fracaso y a la decepción más absoluta. Si hubiese público en el Cartagonova otro gallo cantaría. Ojalá llegue el milagro y se salve el Efesé.
Los seguidores albinegros saben lo difícil que se ha puesto la permanencia tras el pésimo partido ofrecido por el Efesé en tierras manchegas
No nos engañemos. La situación del Cartagena para mantenerse en el fútbol profesional se ha puesto complicada. Complicadísima habría que decir mejor. Con los raquíticos 29 puntos habría que sumar un mínimo de 21 para llegar a los 50 que, quizás, sea alguno menos esta temporada. Pero el tiempo se acaba y el Cartagena se hunde. Y si el Cartagena se hunde el ‘bisness’ se hunde también y el trompazo de realidad que algunos se pueden llevar puede ser de los históricos porque el chiringuito se les viene abajo. Ojalá que no. Ojalá y se le gane este sábado (20.30 horas) al Málaga y también se gane en Zaragoza. Y al Alcorcón. Y en Sabadell. Cuatro partidos fundamentales para vivir o para irse al hoyo irremisiblemente.
Momento en el que Ortuño bate de cabeza y a placer al argentino Leandro Chichizola, con Cristian de mero espectador
Luis Carrión dijo tras el pésimo partido de su equipo que ahora toca abrir el paraguas y aguantar las críticas que les caigan. No le falta razón. Y lo dice con claridad, que hay que hablar menos y hacer más. Es verdad que ni el equipo está ya descendido ni se habría salvado en caso de haber ganado. Pero no dejaba de ser u partido importantísimo. El técnico albinegro sabe muy bien en lo que se equivocó el Efesé, que fue en muchas cosas. Harto trabajo tiene en estos días con levantar al equipo y lavarla bien la cara para recibir frescos a un Málaga que llegará como llegan todos, dispuesto a pescar en este rio revuelto en el que se ha convertido el Cartagonova.
El Albacete tuvo una marcha más y eso lo vimos todos. Por eso se entiende menos la actitud de ciertos futbolistas que parecía como si la cosa no fuera con ellos. Luis Carrión hace muy bien en decir que hay que hablar menos y hacer mucho más, especialmente en la actitud de aquellos que deberían de meter esa marcha que les falta.
Para ganar los partidos hay que hacer mucho más, hay que generar más ocasiones, no bastan con una o dos o esperar a la genialidad de turno de RC7. No nos extraña que Carrión esté más cabreado que un mono, como lo están los aficionados que este lunes se echaban las manos a la cabeza viendo el juego ramplón de este Cartagena que no está descendido, pero que se acerca peligrosamente al abismo. Lo que está claro como el agua es que si el equipo sigue así el descenso lo tiene garantizado. La situación es difícil. Si los futbolistas no son fuertes mentalmente apañado vamos.
“Si somos fuertes seguro que salimos” era otra de las ‘perilas’ de Carrión en la sala de prensa manchega. “Hay que hablar un poco menos y trabajar más. Estamos siempre dando explicaciones de lo que ha pasado, yo el primero, y luego no sale nada. Trabajamos bien durante la semana y cuando pasa algo negativo nos venimos abajo, no puede ser. Este es un deporte donde hay que dejarse la vida, hablar poco y hacer las cosas que hay que hacer, yo el primero”.
Esto lo decía textualmente el responsable de la plantilla cartagenerista tras el partido. Pues eso, a aplicarse el cuento que el abismo está cada vez más cerca.
