jueves. 28.03.2024

Partiendo de la base de que las últimas informaciones más o menos oficiosas señalaban que el número de renovaciones en el FC Cartagena estaba en torno a los 3.000 abonados, sumado un alto porcentaje de peñas acogidas en la Federación, resulta que para que el presidente Paco Gómez no pueda criticar verbalmente a la afición no solidaria al hacer balance, la respuesta de los aficionados tiene que ser decidida y constante a partir de que desde el lunes próximo, cuando se abra la recepción de nuevos abonados, la avalancha de seguidores dispuestos a retirar las tarjetas de abonado debe ser espectacular.

Quedan cuatro horas matinales de este viernes 3 de agosto en las oficinas del Cartagonova para que se cierre el plazo de las renovaciones. A partir de ese punto final se conocerá la respuesta de esos 4.000 aficionados que aún no han renovado sus tarjetas.

En este estado de cosas la llamada Efesemanía, tan elogiada en las tres últimas campañas en la Liga Adelante, se está jugando su prestigio.

{sumario:La Federación de Peñas convenció al dueño de la SAD para que la Campaña se amoldase a las peticiones:sumario}Es cuestión de números. Los precios aplicados esta temporada por el club son de Segunda B. Hay diferencia sensible respecto a los años anteriores y unas nuevas concesiones o facilidades que logró a pulso la Federación de Peñas al convencer al dueño de la SAD que pecha con buen porcentaje de gastos.

Muchos han apostado por el sostenimiento de la Efesemanía con una fe inquebrantable y con el impulso de los jóvenes como factores clave. Falta poco para constatar si la Efesemanía, un grato fenómeno que ha llegado a ser admirado, se consolida o si ha entrado en crisis como la situación económica del país.

{sumario:De las mejores aficiones en las tres temporadas en la Liga Adelante:sumario}Las grandes aficiones –y la de Cartagena lo ha sido, a la altura de las mejores en tres años- se demuestran por la capacidad de reacción. Un solo ejemplo entre los que hay: el Deportivo de La Coruña, que descendió desde Primera, al tener que jugar en Segunda vio aumentar el número de sus abonados y Riazor ha sido siempre un estadio con excelente presencia de afición.

En esa línea de fidelidad se tendrían que mantener al menos en el Cartagena los más de 7.000 del pasado ejercicio. Podrá ser una entelequia, pero si la Efesemanía no da la cara como movimiento de apoyo a lo cartagenero, habrá que ir pensando en un bluf  o en un amor de juventud, pasajero. Ni lo creemos ni lo deseamos.

A cuatro horas del cierre de renovaciones de abonos, la Efesemanía se juega su prestigio
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