9 de febrero de 2012, 19:37
Iván Bolado ha tenido tiempo más que de sobra para expliocar una 'desaparición' muy sui generis, ya que todo el mundo sabía en dónde estaba, en Guinea y con su selección, pero sin dar señales de vida. De ahí que había mucha tela que cortar a la hora de las explicaciones ya que el jugador tenía el derecho (y la obligación) a ser oido.
Bolado llegaba al Estadio casi como si tal cosa, dispuesto a entrenar. de hecho así se presentó al entrenador, carlos Ríos, y a su segundo de a bordo, Javi Manzano, al que casi ni conocía prácticamente. Y ahí tuvo el primer frenazo porque el tandem técnico, con Ríos a la cabeza, le esgrimía que antes de seguir hablando, debería de hablar con la cabeza del organigrama, los directores del club, Paco López como general y Pedro Reverte en la parcela deportiva. Dicho y hecho. Iván subió a la planta dónde están ubicadas las oficinas y allí le esperaban para escuchar sus explicaciones.
Fueron dos horas y media de reunión, con los teléfios móviles apagados y con orden de no pasar ninguna llamada a los que estaban reunidos. Durante ese tiempo Bolado asumió su error, aunque sin declararse explícitamente 'culpable' ya que Bolado explicaría que él estaba sujeto al plan de viaje diseñado por la propia Federacióm de Guinea Ecuatorial, algo muy relativo ya que mientras otros futbolistas se encontraban trabajando con sus respectivos clubes desde principios de semana él se tomó varios días más por su cuenta.
Su contrato no se lo van a rescindir porque al club le costaría más el entierro que la abuela. Ivan Bolado tiene una ficha anual lo suficientemente alta como para aguantar el 'palo' que va a llegarle y que Salvador Rincón, abogado del club, va a estudiar hasta dónde puede llegar la cifra, pero será la máxima permitida. La afición pide lo que suele llamarse "sanción ejemplar" y el futbolista se lo supone. Pero no dejará de ser 'pecata minuta' si lo comparamos con los 250.000 € que Bolado tiene en su contrato por cada uno de los dos años.
Bolado llegaba al Estadio casi como si tal cosa, dispuesto a entrenar. de hecho así se presentó al entrenador, carlos Ríos, y a su segundo de a bordo, Javi Manzano, al que casi ni conocía prácticamente. Y ahí tuvo el primer frenazo porque el tandem técnico, con Ríos a la cabeza, le esgrimía que antes de seguir hablando, debería de hablar con la cabeza del organigrama, los directores del club, Paco López como general y Pedro Reverte en la parcela deportiva. Dicho y hecho. Iván subió a la planta dónde están ubicadas las oficinas y allí le esperaban para escuchar sus explicaciones.
Fueron dos horas y media de reunión, con los teléfios móviles apagados y con orden de no pasar ninguna llamada a los que estaban reunidos. Durante ese tiempo Bolado asumió su error, aunque sin declararse explícitamente 'culpable' ya que Bolado explicaría que él estaba sujeto al plan de viaje diseñado por la propia Federacióm de Guinea Ecuatorial, algo muy relativo ya que mientras otros futbolistas se encontraban trabajando con sus respectivos clubes desde principios de semana él se tomó varios días más por su cuenta.
Su contrato no se lo van a rescindir porque al club le costaría más el entierro que la abuela. Ivan Bolado tiene una ficha anual lo suficientemente alta como para aguantar el 'palo' que va a llegarle y que Salvador Rincón, abogado del club, va a estudiar hasta dónde puede llegar la cifra, pero será la máxima permitida. La afición pide lo que suele llamarse "sanción ejemplar" y el futbolista se lo supone. Pero no dejará de ser 'pecata minuta' si lo comparamos con los 250.000 € que Bolado tiene en su contrato por cada uno de los dos años.
