Los jugadores del Cartagena protagonizarían la imagen de la tarde, más allá de su importante victoria. El partido acababa de ponerse en juego cuando a los dos o tres segundos rehusaron a jugar el balón entregándoselo al equipo malagueño para juntarse todos los jugadores y abrazarse como una piña en el centro del campo.
La acción de protesta, consensuada tanto con el árbitro del partido como con el equipo malagueño, sorprendió a todos los aficionados que respondieron aplaudiendo y respondiendo con una cerrada ovación al poco más de medio minuto que duró este mini plantel sobre el terreno de juego. Muy efectiva que, seguramente, tendrá su repercusión a nivel nacional.
Se dio la circunstancia que Javier Marco, presidente del Cartagena, llegó a su localidad de el palco lo suficientemente tarde como para perderse esta imagen de protesta, precisamente contra los dirigentes blanquinegros.