Un día de San José (19 de marzo) de 2022, un defensa del Almería, Iván Martos, pasaba por el quirófano para ser intervenido de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Su progresión como jugador rojiblanco era meteórica, de las mejores de las últimas temporadas en el Almería, pero una desafortunada jugada en el estadio de La Romareda de Zaragoza frenaba en seco su proyección.
Siete meses después de su operación, Iván Martos volvía a entrenarse con sus compañeros, y hace apenas mes y medio se anunciaba su cesión al FC Cartagena hasta final de temporada. Casi diez meses sin poder ‘sentirse’ futbolista y sin que su nombre apareciera en una alineación en competición oficial, se borraron de golpe el pasado 29 de enero cuando volvía a los terrenos de juego en el partido Ibiza-Cartagena.

Desde aquella tarde, Iván Martos no solo se ha ganado un puesto en el once cartagenerista sino que además, el pasado viernes en el encuentro ante el Real Oviedo se estrenaba como goleador; y además, por la puerta grande. Y no solo por la belleza del tanto, con un zurdazo espectacular que suponía el 1-0 para el Efesé, sino porque además ese gol era el primero que Martos obtenía como profesional en Liga.
En la temporada 2020/2021, y con la camiseta del Rayo Vallecano, el defensa catalán marcaba otro gol pero en esta ocasión fue en partido de Copa del Rey. Desde entonces y hasta el pasado viernes, no había estrenado su cuenta particular en el fútbol profesional durante la competición regular.
Por eso, al término del encuentro, Iván Martos no cabía en sí de gozo. En apenas un mes, la pesadilla de su lesión ya ha quedado olvidada; ha vuelto a jugar; es titular en el Cartagena y, encima, marcando goles. No se puede pedir más.