9 de marzo de 2011, 1:00
El dueño del Cartagena está firmemente convencido de que Juan Ignacio tiene que seguir siendo el entrenador del equipo al menos durante dos temporadas más. Para Juan Ignacio sería un placer el renovar pero antes quiere aprovecharse de la situación y sacarle a Paco Gómez el compromiso, necesario e ineludible, de fichar a un director deportivo que actúe de mediador entre entrenador, jugadores y el propio Gómez quien no tiene tiempo para dedicarse a unos menesteres que nunca deberían de corresponderle.
El empresario de Jacarilla está dispuesto incluso a ceder el 100% del poder a la hora de decidir en los fichajes, un tema del que este miércoles también se hacen eco en el diario la Verdad, donde se da por hecho que la renovación de JIM puede se cuestión de tiempo.
En su primera etapa como blanquinegro Juan Ignacio aceptó entrenar en el Cartagonova por 3.000 euros mensuales, a ‘palo seco’ y dependiendo de mantener la categoría en Segunda B, que para eso fue fichado durante poco más de tres meses. Luego llegó la renovación por dos temporadas de las que JIM sólo cumplió una por decisión propia.
Aquellos 3.000 euros mensuales estarán muy lejos de lo que pasaría a cobrar a partir de ahora el técnico cartagenerista, más allá de los más de 150.000 euros que tiene en la actualidad, cláusulas aparte. Paco Gómez ya le ha dicho en un par de ocasiones que tiene que seguir pero el entrenador alicantino quiere esperar. Es evidente que la recta final de la Liga va a tener su peso en oro a la hora de poner en la balanza los pros y los contras y Juan Ignacio, que siempre ha demostrado ser un lince en las ocasiones delicadas, quiere ver hacia donde soplará para entonces el viento de la afición.
Dónde no hay duda es en el despacho de Espinardo, dónde Gómez ordena y manda. Él ya se ha decantado por Juan Ignacio que tiene la oportunidad de continuar y no complicarse la vida. Pero una parte de la afición podría pasarle factura al de Jacarilla a la hora de renovar los abonos.
No sabremos nunca hasta qué punto ha valorado todo eso el dueño del club.Y por otra Juan Ignacio también estará pendiente de lo que ocurra en dos puntos geográficos cercanos, Elche y Hércules. En el primero está su primo, Pepe Bordalás, como entrenador y nunca le haría una faena de esa calaña pero, de no seguir, Juan Ignacio sería de los primeros en entrar en las quinielas. Por lo que respecta al Hércules ocurre tres cuartas partes de lo mismo y todo estaría en función de si los alicantinos siguen en Primera o bajan a Segunda. Él, desde luego, está bien visto en el 'Rico Pérez', sabe 'venderse' como producto.
Uno y otro equipo siempre han sido de las preferencias del técnico, incluso el Murcia siempre lo ha considerado como “una plaza excelente” a la que iría encantado siempre y cuando estuvieran en Segunda y no contarán con Iñaki Alonso. Son las bazas, tres buenas bazas que JIM se guarda en la manga mientras deshoja la margarita sobre su comentada oferta de renovación.
El empresario de Jacarilla está dispuesto incluso a ceder el 100% del poder a la hora de decidir en los fichajes, un tema del que este miércoles también se hacen eco en el diario la Verdad, donde se da por hecho que la renovación de JIM puede se cuestión de tiempo.
En su primera etapa como blanquinegro Juan Ignacio aceptó entrenar en el Cartagonova por 3.000 euros mensuales, a ‘palo seco’ y dependiendo de mantener la categoría en Segunda B, que para eso fue fichado durante poco más de tres meses. Luego llegó la renovación por dos temporadas de las que JIM sólo cumplió una por decisión propia.
Aquellos 3.000 euros mensuales estarán muy lejos de lo que pasaría a cobrar a partir de ahora el técnico cartagenerista, más allá de los más de 150.000 euros que tiene en la actualidad, cláusulas aparte. Paco Gómez ya le ha dicho en un par de ocasiones que tiene que seguir pero el entrenador alicantino quiere esperar. Es evidente que la recta final de la Liga va a tener su peso en oro a la hora de poner en la balanza los pros y los contras y Juan Ignacio, que siempre ha demostrado ser un lince en las ocasiones delicadas, quiere ver hacia donde soplará para entonces el viento de la afición.
Dónde no hay duda es en el despacho de Espinardo, dónde Gómez ordena y manda. Él ya se ha decantado por Juan Ignacio que tiene la oportunidad de continuar y no complicarse la vida. Pero una parte de la afición podría pasarle factura al de Jacarilla a la hora de renovar los abonos.
No sabremos nunca hasta qué punto ha valorado todo eso el dueño del club.Y por otra Juan Ignacio también estará pendiente de lo que ocurra en dos puntos geográficos cercanos, Elche y Hércules. En el primero está su primo, Pepe Bordalás, como entrenador y nunca le haría una faena de esa calaña pero, de no seguir, Juan Ignacio sería de los primeros en entrar en las quinielas. Por lo que respecta al Hércules ocurre tres cuartas partes de lo mismo y todo estaría en función de si los alicantinos siguen en Primera o bajan a Segunda. Él, desde luego, está bien visto en el 'Rico Pérez', sabe 'venderse' como producto.
Uno y otro equipo siempre han sido de las preferencias del técnico, incluso el Murcia siempre lo ha considerado como “una plaza excelente” a la que iría encantado siempre y cuando estuvieran en Segunda y no contarán con Iñaki Alonso. Son las bazas, tres buenas bazas que JIM se guarda en la manga mientras deshoja la margarita sobre su comentada oferta de renovación.
