2 de noviembre de 2014, 23:49
Julio Ribas acabó feliz como todo el entorno cartagenerista. El uruguayo siguió todos los detalles del partido desde el vomitorio de entrada al palco, sin esconderse y sin dar la sensación del partido anterior con el Almería B. El manager general parece que se va haciendo poco a poco a su nuevo 'status' en el club una vez se sabe que no podrá sentarse en el banquillo por lo que resta de temporada.
Ribas, al final, estaba feliz. Cree y espera que este sea el inicio de una buena racha para este equipo que se sitúa en mitad de la tabla y toma un poco de respiro. Ribas se marchó contento con el resultado y espera una semana bastante más tranquila que las anteriores. Las victorias traen estas dosis de tranquilidad.