Hay mucho trabajo por delante que se supone los responsables del club irán despachando. Seguro que cuando se acabe con la temporada de veda, de silencio total, de conjeturas en la calle todo irá como la seda y el Cartagena SAD será un club comunicativo dentro de un orden, con sus secretos como en cada casa pero atento a lo que puede interesar a la masa social (o de abonados) que en parte lo mantiene aunque su aportación dineraria no sea suficiente para cubrir presupuesto, aunque es importante.
Es demasiado largo ese silencio heredado o impuesto tras la denuncia del Extremadura UD en una 'movida' de película. Un par de comunicados oficiales, el primero de contenido inocuo y el segundo algo mejor, no aportan luz en la medida necesaria. Porque el gran público quiere saber lo que se intuye interesa a la mayoría: el nuevo proyecto. Nosotros lo vemos así y nos importa poco la estrategia de otros colegas. Respeto total pero cada cual que peche con su responsabilidad.
EL PROYECTO QUE VIENE
Cada cual maneja los hilos de su casa como quiere y el FC Cartagena es una SAD que ha ilusionado, y mucho, pero que de momento no ha comenzado a hacerlo, a 3 de julio, para que el proyecto 2018-19 o al menos un bosquejo con líneas maestras dé señales de vida. Hay muchos temas que son del interés general que no llegan en estos momentos a los aficionados por culpa de ese silencio absoluto que da pie a rumores, malintencionados seguramente algunos de ellos.
Esperamos que todo vuelva a la normalidad, por el bien de todos, pero el comportamiento del club no nos parece el más ortodoxo ni el más lógico. Sin dudar de que tarde o temprano llegará una catarata de noticias: la plantilla para 2018-19, en nebulosa; las rescisiones de contratos, la campaña de abonados y lo que concierne a esas rumoreadas tres querellas presentadas -sin noticia oficial- en el aire.
La vaga información surge a salto de mata o por pura casualidad, como en el caso del almuerzo en un restaurante de Cabo de Palos (ByB y Monteagudo comensales) tras el 'palo' del Extremadura. Un encuentro de muchos minutos para desmenuzar aspectos y líneas a seguir. Pero no nos estamos enterando.
Una imagen del fallido playoff del Cartagena. Después, el club ha perdido la voz. / RAÚL VELASCO
