viernes. 19.04.2024
GUILLERMO JIMÉNEZ
 
 El pasado reciente y el futuro inmediato del club creo se puede resumir en estos puntos:
 
1.- EL CRÉDITO. El grupo regido por Paco Belmonte consiguió obtener el crédito de los desconcertados aficionados al aterrizar desde el primer momento con soluciones para atajar la grave enfermedad del FC Cartagena, abandonado a su suerte por la sociedad anterior, Sporto Gol Man, desde los primeros meses de actuación de los valencianos al frente del club. La salvación de la categoría en unas condiciones terroríficas, con el 25% de la reducida plantilla sin estar en condiciones de jugarse la permanencia en Segunda B. Lesiones y bajas, y la forzosa ausencia de refuerzos en invierno (al estar cerrados los derechos federativos) minaron las posibilidades de salir airoso, pero la papeleta se resolvió al eliminar a Las Palmas Atlético a domicilio con el 1-1 en una final a vida o muerte en campo canario, fue algo que dio todo el "crédito al murciano". De Murcia, sí, pero con más determinación y decisión que muchos que dicen ser cartageneristas hasta la médula y no fueron capaces de mover un dedo salvador con la excepción de la llamada Gestora de Isi García y el apoyo de los peñistas
 
2.- LA GESTIÓN, La celeridad en las gestiones, de la mano del Administrador concursal, la conexión con la Plataforma de salvación, con la Gestora funcionando y con la Federación de Peñas del dimitido Pencho Angosto, han hecho que tanto Paco Belmonte como Deseado Flores hayan tenido que moverse en diversos frentes y con máxima celeridad en la etapa de transición en la precompra del club a Sporto. En lo deportivo llegaron a tener apalabrados jugadores en las listas del paro de la AFE , futbolistas más cerca de los 35 años que de los 30, en el meollo de la emergencisa total, para intentar solucionar las bajas de futbolistas por lesiones y sanciones en los momentos más angustiosos del Cartagena en toda su historia, equiparables a los tristes tiempos de la desaparición por no comparecer a un partido de Tercera en El Saladar de Fortuna en los años 90.
 
Paco Belmonte y Deseado Flores, en el Ayuntamiento 
 
3.- LA VALORACIÓN. La afición, el abonado, el hombre de la calle  en Cartagena ha sabido valorar y  valora el trabajo de quienes desde el pasado miércoles rigen oficialmente los destinos de la entidad con el traspaso de poderes. Por el momento con una transparencia desconocida en más de un lustro de vida del FC Cartagena. Con las únicas sombras emanadas de la propuesta del famoso Referéndum anunciado en rueda de prensa que se interpretó en algunos sectores –muy respetables- como una invitación a que el club muriese por eutanasia para dar paso a una nueva criatura, un club nuevo con deuda 0, el llamado ‘injerto’ (compra de la plaza de un club de Segunda B de la Región, y subsiguientes reuniones misteriosas implicando a La Unión y Cartagena Efesé)  rechazaban los amantes de la pura tradición, aunque siendo ortodoxos esas raíces están ahora en el Polígono Beaza, en la Ciudad Gómez Meseguer . Mas Paco Belmonte supo rectificar con rapidez y reflejos, sin que  con ello pudiese paralizar la ola de críticas y ruido a que dio paso el sector de aficionados defensores de la continuidad del actual equipo. El coletazo de las críticas recogidas por Belmonte brotó en el episodio de la ‘denuncia’ del jefe de prensa del club al acusarle de obligar a uno de los empleados del club (despedidos posteriormente) a falsificar  supuestamente documentos de las liquidaciones de los dos últimos partidos del Cartagena en casa. Con un presunto 'beneficio' de 6.000 €. Un punto en el que me abstengo de entrar porque tendría que ser trasladado y tratado con todos los elementos de juicio a la  Justicia.
 
Pedro Cordero ofreció un proyecto cuando Belmonte tenía el terreno conquistado.
 
4.- CORDERO EN LA ESCENA. Un abrir nuevas incógnitas fue la aparición de los Cordero en la situación del club. "Para ayudar" y como competidores en el deseo de salvar al FC Cartagena cuando el grupo de Belmonte supo que una nueva deuda a cargo de Hacienda obligaba a aumentar la implicación económica y ello no hacía factible la confirmación de la compra del club. Pedro Cordero nunca trató con Belmonte y esta actitud la justificó alegando que él consideraba que el interlocutor era Sporto, todavía dueño del club, Al final se dio la paradoja de que el club contaba con dos fuerzas sólidas para su salvación. Cordero se ha atrevido a decir que se trabaja de dos proyectos diferentes y que el suyo era el de hacer un equipo ganador para intentar ascender a Segunda, Los partidarios de Belmonte preguntaron dónde estaban los Cordero cuando el FC Cartagena estaba asfixiado. La realidad es que Pedro Cordero todavía el director deportivo del Córdoba y su hermano Jorge ocupaba y ocupa el mismo cargo en el Cádiz. De Juan Carlos cabe decir que sigue con sus ocasiones en el Granada en una compleja temporada y que estaba dispuesto a ayudar a su hermano Pedro en un nuevo proyecto para el Cartagena.
 
5.- LAS PERSPECTIVAS. Son buenas. Al menos esperanzadoras. SI nos guiamos por lo visto en los primeros pasos de los que hoy son dueños del club. Han tenido capacidad para llevar al estadio municipal de 10.000 a 12.000 espectadores en los dos encuentros más decisivos de la campaña. Han vuelto a ilusionar y a poco que sigan haciendo con cordura habrá respuesta favorable de la afición. Sin menoscabo de lo que  pudiese hacerse si hubiese cuajado el proyecto de Cordero que seguramente no sería nada desdeñable por los conocimientos de quienes lo propugnaban.

Desde el lunes nueva etapa en el FCC con el crédito ganado por Belmonte
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