No ha sido fácil el trabajo cartagenerista en Pozo Estrecho pero Manolo Palomeque ha sido el primero en dar ejemplo y sonreír ante los inconvenientes. Las fuertes rachas de viento y la baja temperatura –había una sensación térmica de 4 ó 5 grados como mucho- complicaban el trabajo de los futbolistas que, por otro lado, dieron muestras de haber digerido ya la dolorosa derrota ante La Hoya.
Yepes trabajaba por un lado, como suele hacer, con los porteros y en otra parte del campo el preparador físico Miguel Cuesta ordenando ejercicios con balón para combatir el intenso frío. De hecho había jugadores a los que costaba reconocerles con tanta ropa puesta.
Ante la situación que vive el club, con encefalograma plano o casi a nivel interno, a Manolo Palomeque no le quedó más remedio el pasado lunes que ponerse él mismo las pilas y, en compañía de Jesús Cruz, funcionario municipal encargado de las instalaciones del estadio Cartagonova, plantarse en Pozo Estrecho por la tarde para pedir, personalmente, las instalaciones para este día. Es evidente que el algareño quiere predicar con el ejemplo para que sus futbolistas vayan tomando nota.
Los futbolistas del Cartagena saben que todo cambiaría con buenos resultados. Por muy mala que fuese la situación económica nada sería igual si los marcadores fuesen distintos. Con victorias todo cambiará y en ese aspecto los futbolistas están convencidos de que, con una buena actitud, los buenos resultados van a llegar.
En ese sentido los jugadores están con moral. Por lo menos es la impresión que dejaban ya que ven posible arrancar un resultado positivo en el ‘Álvarez Claro’ melillense, lugar en el que el conjunto norteafricano se hace fuerte y logra la mayoría de los puntos logrados hasta le fecha. La Balompédica Linense, su último rival en casa, se llevó un sorprendente 5-1 que llamó la atención.
