Más de un centenar de seguidores albinegros en las gradas de Barreiro

Si el Cartagena tiene un patrimonio de verdad no cabe duda que pasa por su afición que, a pesar del tremendo soponcio que supuso el disgusto v de Majadahonda, muchos de esos aficionados no se lo pensaron dos veces y se liaron la manta a la cabeza, como suele decirse, para subirse al autobús y recorrerse la Península entera de sur a norte primero y de norte a sur después.

Así que en el feudo celtiña no faltaron ni las camisetas albinegras ni las banderas ni las innumerables muestras de apoyo que llegaron desde la grada.

En total algo más de 2.000 largos e interminables kilómetros para estar junto a su equipo, animando de principio a fin y pasar prácticamente veinticuatro horas dentro de un autocar, y todo por animar y apoyar y ver un cero a cero que no dejó satisfecho a la parroquia cartagenerista. Lo que hacen estos insufribles seguidores albinegros la verdad es que tiene mucho mérito.