6 de agosto de 2009, 2:00
En este estado de cosas arrecian las críticas y cuando menos hay discrepancias. Los tiros críticos y más ácidos van dirigidos a Gómez López, a quien se le supone un gran interés en que desaparezca el problema.
Hablaba el edil el pasado miércoles de no hipotecar la camiseta al colocar en ella un logotipo sobre el Teatro Romano de Cartagena o el de Cartagena Puerto de Culturas y daba sus explicaciones. Trasladadas al ciudadano se tiene la sensación de que en la calle se habría abrazado con complacencia que el patrocinador fuese algo relacionado con la cultura autóctona.
Ahora el problema es obtener un esponsor con la rapidez suficiente para que el Efesé vaya a Girona el último fin de semana con un patrocinador en sus camisetas.
Pero si no es así no ocurre nada…, salvo que continuaría la polémica y en el centro de ella el Ayuntamiento recibiendo toneladas de críticas. Las cosas son así.
CAJAMURCIA A ESCENA Y CON LA LLAVE EN MANO
Cajamurcia, que está como pieza de peso en la Fundación del Teatro Romano y ha invertido fuertes cantidades en las tareas de rehabilitación de ese monumento llamado a ser imán atraedor de visitantes de todo el mundo, tiene parte de la llave en este asunto. La entidad autonómica de ahorros le echaría una mano al Ayuntamiento si corriese con el patrocinio del FC Cartagena, como hace desde tiempo inmemorial con el Real Murcia.
A Carlos Egea Krauel, el que más manda y el que ha colocado a su Caja entre las mejores del país, deben picarle ahora los oídos. Muchísimo se está hablando de la influencia de Cajamurcia en el deporte regional. Conste que desde aquí no se hace ninguna propuesta ni se habla de preferencia por parte de este diario digital cartagenero dedicado a deportes, sino que lo que aquí se escribe es la exposición de una opción, vista mejor o peor por el público.
LOS DEL PETROLEO NO AYUDAN
Las petroleras, tan próximas (tenemos Escombreras aquí mismo, soltando lastre) no están muy a favor del FC Cartagena. Sólo Cepsa ha ayudado a clubes de Andalucía como Recreativo de Huelva o Algeciras, pero Repsol sólo ayudó al Cartagena en tiempos del presidente Eduardo Borgoñós cuando era Repesa la marca dominante en el Valle de Escombreras y su director general era José Rosell, un catalán que firmó con salero la firma de buenos millones para ayudar al club cartagenero.
Hoy las petroleras están más al tanto de la producción y si no les interesa por lo que sea, la paran. Son otras historias ajenas al deporte en lo que no vamos a entrar.
Otras empresas con peso específico están en la reserva y no se pronuncian, salvo sorpresas. El tema es que el patrocinio no son dos mil euros sino una cantidad superior, acaso tres o cuatro veces más que la aportada anualmente por Relesa Galvame, retirada por el foro por criterios de los actuales dirigentes, herederos del mecenas y benefactor a carta cabal Ginés Pagán, el jefe del puro en la boca. Con Pagán en vida habría sido otra cosa. Seguramente.
El “cacao”, dicho en términos coloquiales, está organizado en el asunto del esponsor del Efesé del submarino y lo que hace falta es que se solucione lo antes posible, por bien de todos.
Hablaba el edil el pasado miércoles de no hipotecar la camiseta al colocar en ella un logotipo sobre el Teatro Romano de Cartagena o el de Cartagena Puerto de Culturas y daba sus explicaciones. Trasladadas al ciudadano se tiene la sensación de que en la calle se habría abrazado con complacencia que el patrocinador fuese algo relacionado con la cultura autóctona.
Ahora el problema es obtener un esponsor con la rapidez suficiente para que el Efesé vaya a Girona el último fin de semana con un patrocinador en sus camisetas.
Pero si no es así no ocurre nada…, salvo que continuaría la polémica y en el centro de ella el Ayuntamiento recibiendo toneladas de críticas. Las cosas son así.
CAJAMURCIA A ESCENA Y CON LA LLAVE EN MANO
Cajamurcia, que está como pieza de peso en la Fundación del Teatro Romano y ha invertido fuertes cantidades en las tareas de rehabilitación de ese monumento llamado a ser imán atraedor de visitantes de todo el mundo, tiene parte de la llave en este asunto. La entidad autonómica de ahorros le echaría una mano al Ayuntamiento si corriese con el patrocinio del FC Cartagena, como hace desde tiempo inmemorial con el Real Murcia.
A Carlos Egea Krauel, el que más manda y el que ha colocado a su Caja entre las mejores del país, deben picarle ahora los oídos. Muchísimo se está hablando de la influencia de Cajamurcia en el deporte regional. Conste que desde aquí no se hace ninguna propuesta ni se habla de preferencia por parte de este diario digital cartagenero dedicado a deportes, sino que lo que aquí se escribe es la exposición de una opción, vista mejor o peor por el público.
LOS DEL PETROLEO NO AYUDAN
Las petroleras, tan próximas (tenemos Escombreras aquí mismo, soltando lastre) no están muy a favor del FC Cartagena. Sólo Cepsa ha ayudado a clubes de Andalucía como Recreativo de Huelva o Algeciras, pero Repsol sólo ayudó al Cartagena en tiempos del presidente Eduardo Borgoñós cuando era Repesa la marca dominante en el Valle de Escombreras y su director general era José Rosell, un catalán que firmó con salero la firma de buenos millones para ayudar al club cartagenero.
Hoy las petroleras están más al tanto de la producción y si no les interesa por lo que sea, la paran. Son otras historias ajenas al deporte en lo que no vamos a entrar.
Otras empresas con peso específico están en la reserva y no se pronuncian, salvo sorpresas. El tema es que el patrocinio no son dos mil euros sino una cantidad superior, acaso tres o cuatro veces más que la aportada anualmente por Relesa Galvame, retirada por el foro por criterios de los actuales dirigentes, herederos del mecenas y benefactor a carta cabal Ginés Pagán, el jefe del puro en la boca. Con Pagán en vida habría sido otra cosa. Seguramente.
El “cacao”, dicho en términos coloquiales, está organizado en el asunto del esponsor del Efesé del submarino y lo que hace falta es que se solucione lo antes posible, por bien de todos.
