Bueno, a lo que vamos. Le gustaba decir a ELEHACHE que a ningún gitano le gustaba ver a sus hijos con buenos principios, siempre lo decía cuando el Cartagena de aquella empezaba mal los campeonatos, que eran muchas veces en aquella Tercera División de muchos kilates. Pero solía añadir qué si empezaba bien, pues mucho mejor. Razón no le faltaba.
Y eso es lo que le está ocurriendo a este Cartagena, que tuvo un mal arranque con la Ponferradina en una noche loca. Parecía aquel hijo de gitano que malos principios tenían. Pero ¡ay¡ en dos partidos ha sabido darle la vuelta a la tortilla con dos triunfos consecutivos a las primeras de cambio. Dos victorias son seis puntos que, de momento, coloca a los blanquinegros a la altura de los mejores y con mucha ilusión por delante.
Porque es verdad que ganarle al Zaragoza fue un milagro. No tenía pinta la cosa de acabar así. Más de un habría firmado el cero-cero que campeaba en el marcador hasta que llegó la expulsión de Jaume en el minuto 78 y entonces el Cartagonova llamó a rebato. Cinco minutos tardó en llegar el gol del ‘chiquito’ De Blasis, el milagro se consumaba porque nadie puede negar que este Cartagena jugó con mucha seriedad y estuvo firme en todas las líneas.
Y ahora, a disfrutar de un fin de semana tranquilo con los deberes hechos. Así da gusto.