FICHA TÉCNICA
RESULTADO
Las Palmas At. 1-1 FC Cartagena
ALINEACIONES
Las Palmas At.: Alejandro; Nili, Álvaro, Óscar, Jesús; Matías, Castaño (82' Manu Dimas); Germán, Néstor, Artiles (83' Borja); Adrián (78' Leo Ramírez).
FC Cartagena: Limones; Ceballos, Robusté, Tarantino, Germán; Sergio (78' Gato), Arcas, Prosi; Migue, Santisteban (69' Ribas), Carlos M. (85' Luque).
GOLES
1-0, Jesús (64'); 1-1, Carlos Martínez (79').
ÁRBITRO
Benjumea Álvarez, del colegio andaluz. Amonestó a Óscar, Manu Dimas, Matías, Leo Ramírez por los locales y a Sergio, Carlos Martínez, Prosi, Tarantino por los visitantes. Expulsó a Jorge Luque con doble amarilla.
LA CRÓNICA
Por CARLOS SÁNCHEZ / Fotos de Samuel Sánchez de udlaspalmas.net
Es difícil escribir nada. Ni en caliente, recién acabado el partido; ni en frío, una vez tomada algo de la perspectiva que otorga el paso de los minutos. Al principio, es complicado teclear por la euforia del éxito, pero es que conforme pasan las horas se hace más palpable que nunca que hemos estado al borde del precipicio, a un paso de caer en el vacío del abandono y la liquidación, del tanto nadar para morir en la orilla. Durante unos minutos, no fuimos conscientes de lo cerca que estuvimos del desastre.
Porque todo ello queda borrado por el torrente de emociones que ha desfilado por todos los seguidores albinegros desde que Carlos Martínez - ¡¡¡Carlos Martínez!!! - marcara de cabeza - ¡¡¡de cabeza!!! - tras un centro de Gato, que revolucionó los últimos minutos aún con una microrrotura de fibras. Mágico. Un año salvado por un futbolista criticado durante toda la campaña a pase de otro que, días antes, apenas podía caminar. Es 'marca Cartagena', especialidad de la casa, el hacer sufrir a su parroquia hasta el mismísimo final. Un final que, además, se hizo de rogar hasta ocho minutos más allá del noventa. Esto mata o robustece el corazón, ser seguidor del Cartagena es factor de riesgo.
Pero vamos al partido, a lo que han sido 98 minutos en los que hubo de todo. Bien es cierto que al inicio toda la tensión estuvo contenida con un dique que no dejaba desbordar las emociones que corrían por dentro. Eso sí, Las Palmas Atlético parecía más cómodo en el terreno de juego. Tampoco se puede decir que dominara, porque domar el balón en el Anexo de Gran Canaria es como intentar domesticar un león de la sabana, pero sus aproximaciones llevaban más peligro que las visitantes. Cada vez que conseguían dar tres pases seguidos, los canarios ponían a prueba a Limones.
El de Daimiel apenas tuvo que intervenir, porque la más clara la mandó Adrián fuera, pero cada pelota que merodeaba el área albinegra era como un puñal afilado dispuesto a clavarse en el pecho. Los visitantes se mantenían serios, firmes, pero demasiado alejados de la portería canaria. El meta Alejando vivía cómodo, ya que Carlos Martínez no era suficiente como para meterle en apuros, ya que Migue y Santisteban andaban más pendientes de lo que ocurría a sus espaldas que de lo que pasaba por delante.
SE DESATARON LAS HOSTILIDADES
Tras tres cuartas partes de la eliminatoria sin goles, en la segunda mitad se desencadenaron todos los futbolistas en busca de un gol letal. Prosi y Arcas consiguieron tomar el pulso en el medio y avanzaron, afrontando la segunda mitad con nuevos bríos. La pelota era visitante y se dejaba notar. Ahora el Cartagena el que tenía el partido tomado, la sartén por el mango, la temperatura ambiente controlada. Sin embargo, el fútbol es caprichoso, mucho, y no podía ser algo fácil. El lateral izquierdo canario Jesús Álvaro se anticipó, rompió desde atrás, y tras una serie de paredes en la frontal del área se internó en la zona de castigo de Limones y le batió con la pierna derecha. Gol.
Quedaban por delante más de veinticinco tensos minutos y el objetivo seguía siendo el mismo. Entraron los 'cojos' Ribas y Gato y fueron determinantes. El uruguayo bajó un balón para Gato, que corrió con fe y puso el balón para Carlos Martínez, que se adelantó en el remate a un Alejandro que no salió nada bien. Gol. Golazo. Locura. Toda una vida que pasaba por la frente de un tipo de no más de 1,70 de altura, quien nos lo iba a decir.
LECCIÓN APRENDIDA
Si de una cosa pecó el Cartagena ante La Roda fue de no saber gestionar el resultado favorable cuando lo tuvo, algo que ha aprendido en estas semanas. Creíamos que quedaban diez minutos, pero finalmente fueron veinte, pero si se llegaron a jugar cinco ya son muchos. Las pérdidas de tiempo fueron continuas, permitiendo romper el ritmo a los locales, que se desesperaban mandando balones al área que eran fácilmente despejados. Luque fue expulsado en apenas cinco minutos por dos amarillas, que sirvieron para arañar tiempo a favor. A punto se estuvo hasta por dos veces de llegar a una tangana, pero la sangre no llegó al río. Y, de este modo, se llegó al minuto 98. Final.
Todo ha salido bien, se ha salvado el cuello. Ahora vuelve la normalidad, los fichajes, la pretemporada, la campaña de abonos... La rutina se torna dulce cuando has estado en la UVI. Y, ahora, el Cartagena está más vivo que nunca.
