El central sevillano Moisés García, que parecía un fijo como una de las principales novedades en la lista de convocados de Alberto Monteagudo, acabó siendo el gran ausente de todos los que viajaron hasta Écija. Todo ello después del rifi rafe que mantuvieron Chavero y él el pasado sábado en vísperas de jugar contra la Balona. Paco Belmonte ya ha dicho que habrá multa para los dos.
Monteagudo confeccionó la lista de viajeros a Écija con: Pau Torres, Marcos, Jesús Álvaro, Óscar Ramírez, Josua Mejías, Michel Zabaco, Morros, Sergio Jiménez, Alberto Aguilar, Hugo Rodríguez, Chavero, Cordero,Kuki Salazar, Aketxe, Poley, Dani Abalo, Moussa y Farisato
UN PROBLEMA EN EL VESTUARIO
El incidente protagonizado entre Moisés y Chavero ha polarizado la atención del Cartagena en las últimas horas, más allá de la parafernalia sobre la presentación del nuevo autobús, la posterior cena, discursos, anuncios y aplausos. Belmonte sabe que hay un problema en el vestuario, cuyo ambiente no es el mejor después de que ambos jugadores se enzarzasen tras un codazo de Moisés sobre Chavero y un puñetazo posterior de este al estómago de Moisés que acabaría con el defensa en el suelo, según la versión de algunos testigos presenciales.
Belmonte ya ha dicho que habrá multa para los dos pero es que llueve sobre mojado porque, al parecer, no es el primer incidente de Moisés, quien ya habría protagonizado otro follón con Poley, cuestión que deberá de preocupar al técnico Monteagudo, quien trata de minimizar estos problemas, aunque es evidente que no puede poner puertas al campo ni evitar que se propaguen este tipo de noticias que ha corrido como la pólvora.
El dueño del club ya ha comentado que ambos jugadores, Moisés y Chavero, van a ser multados con la esperanza de que todo acabe ahí. Moisés podría haber vuelto a la actualidad de primera línea si al final resultaba convocado después de aquella expulsión en Badajoz a la media hora de juego y que fue criticada incluso por sus propios compañeros. Pero nada más lejos de la realidad. Monteagudo prefiere que se quede sin viajar, tal vez para que se relaje y temple esos nervios que tan a flor de piel parecen últimamente.
