18 de mayo de 2014, 23:53
El tercer gol del Real Avilés fue tanto como la gota que colmó el vaso. No era para menos. Estábamos a poco para el final y el 1-3 que campeaba en el marcador ya era definitivo.
Por eso muchos aficionados se levantaron como si de un resorte se tratara cuando Camochu lograba el tercer gol. La desbandada fue importante, no querían seguir viendo el mazazo en el que se había convertido la victoria asturiana.
Tampoco faltaron lágrimas en algunos seguidores cartageneristas, el sino errer que erre de la historia del fútbol de Cartagena que ahora se quedará a la expensa de un 'milagro' en tierras asturianas.
