19 de octubre de 2009, 2:00
A sus 86 años monseñor Azagra sigue dándolas todas. No para. Es raro el día que no tiene algo previsto en su apretada agenda. El cariño que recibe de los miles de amigos que tiene por toda la Región le ayuda a recorrer casi todos los días muchos kilómetros para acudir allá dónde le llaman.
Uno de sus sitios preferidos, por hablar en términos que nos comprendáis, es Cartagena. Aquí, en este colegio tan cartagenero, tuvo su primera casa mientras le construían la que existe desde hace muchos años en la Rambla de Benipila, donde está ubicado el Obispado. Aquellos tiempos los empleó en vivir junto a la congregación franciscana, donde siempre le han profesado un cariño especial. Ahora, como hace todos los años, ha vuelto para confirmar a los jóvenes después de tres años de cataquesis.
Don Javier siempre ha sido un bonachón, el obispo del pueblo, Podríamos decir más: ha sido el obispo más querido por los cartageneros desde que, hace 37 años, recibió las bendiciones de Pablo VI.
Una de sus pasiones siempre ha sido el deporte y, más concretamente el fútbol. Seguidor desde siempre de Osasuna, como buen navarro, ha estado muchos años cerca del Murcia. Pero nunca ha perdido de vista al Cartagena. De hecho en la anterior etapa del Efesé en Segunda fue más de una vez al desaparecido Almarjal a presenciar partidos.
Azagra, ahora, sabe de la excelente trayectoria del equipo, al que ya felicitó hace unos días y ahora le vuelve a mandar las bendiciones. Habla mucho con Antonio Turpín, capellán del Cartagena con quien le une una muy buena relación y le informa de muchos avatares futboleros.
Puede que por ello tiene muy claro que “este año el Cartagena va a subir a Primera División” nos pronostica el obispo. “Sé de lo bien que están jugando y me gustaría verlo en algún partido para ver lo bien que lo están haciendo” nos decía.
Uno de sus sitios preferidos, por hablar en términos que nos comprendáis, es Cartagena. Aquí, en este colegio tan cartagenero, tuvo su primera casa mientras le construían la que existe desde hace muchos años en la Rambla de Benipila, donde está ubicado el Obispado. Aquellos tiempos los empleó en vivir junto a la congregación franciscana, donde siempre le han profesado un cariño especial. Ahora, como hace todos los años, ha vuelto para confirmar a los jóvenes después de tres años de cataquesis.
Don Javier siempre ha sido un bonachón, el obispo del pueblo, Podríamos decir más: ha sido el obispo más querido por los cartageneros desde que, hace 37 años, recibió las bendiciones de Pablo VI.
Una de sus pasiones siempre ha sido el deporte y, más concretamente el fútbol. Seguidor desde siempre de Osasuna, como buen navarro, ha estado muchos años cerca del Murcia. Pero nunca ha perdido de vista al Cartagena. De hecho en la anterior etapa del Efesé en Segunda fue más de una vez al desaparecido Almarjal a presenciar partidos.
Azagra, ahora, sabe de la excelente trayectoria del equipo, al que ya felicitó hace unos días y ahora le vuelve a mandar las bendiciones. Habla mucho con Antonio Turpín, capellán del Cartagena con quien le une una muy buena relación y le informa de muchos avatares futboleros.
Puede que por ello tiene muy claro que “este año el Cartagena va a subir a Primera División” nos pronostica el obispo. “Sé de lo bien que están jugando y me gustaría verlo en algún partido para ver lo bien que lo están haciendo” nos decía.
