24 de abril de 2015, 2:02
CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
La entrada del grupo de Paco Belmonte al Cartagena está a punto de caramelo. Desde este pasado miércoles, las negociaciones han tomado velocidad de crucero, y solo faltan los típicos y tópicos 'pequeños flecos' para que la operación se cierre de manera definitiva. Con un acuerdo entre todas las partes, incluso se baraja que esta historia concluya terminantemente este próximo sábado, antes de que el equipo se enfrente al Cádiz en el Ramón de Carranza, tal es el avanzado estado de las cosas.
Este jueves se dio un paso que desde el nuevo grupo entendían como necesario. Paco Belmonte se reunió por la tarde con Pencho Angosto y el concejal de deportes Diego Ortega. Dicha reunión fue fructífera y se acercaron posturas para trabajar juntos con el afán de facilitar la entrada de los nuevos gestores. Una vez 'tomada la temperatura' de las personas que han trabajado hasta ahora por la salvación de un club que hace unos meses parecía más muerto que vivo, se ha dado el último paso para cerrar definitivamente la operación. El acuerdo con Javier Martínez es total y absoluto, como ya quedó patente en el correo electrónico que el administrador de Sporto realizó a los hombres de la gestora invitando a escuchar a Belmonte. De hecho, no hay nada más que hablar, salvo realizar la comunicación definitiva de compra del club por parte del nuevo grupo.
Fuentes de la negociación insisten en que los hechos se han desarrollado a gran velocidad, y el desenlace está muy cerca. Incluso podría quedar todo concluido este próximo sábado, antes de que el Cartagena se enfrente al Cádiz en la Tacita de Plata. Belmonte y su grupo no quieren esperar para especular con los resultados del equipo, sino que se han decidido a comprar ya la totalidad del paquete accionarial del club y hacerse cargo de todos los pagos que requiera el administrador concursal para asegurar la viabilidad de la entidad. Precisamente conseguir que Ramón Madrid retrasara la fecha de emisión de su informe ha sido la primera 'pequeña gran victoria' de los futuros compradores, que se ponen a su disposición a la hora de afrontar las cantidades de dinero necesarias.
Evidentemente, la supervivencia del club estaría garantizada. El grupo de Belmonte se haría cargo de liquidar pagos a los futbolistas para evitar denuncias en la AFE y poner los avales indispensables en la Federación para conseguir que el Cartagena compita en Segunda División B en la campaña 2015/16. Todo pasa, obviamente, por conseguir la permanencia en el terreno de juego en los últimos partidos ligueros.
En conclusión, toda la operación parece vista para sentencia. Si no hay ningún contratiempo, este sábado puede ser el día en que el Cartagena vuelva a cambiar de manos por segunda vez en menos de un año y medio. El proyecto de Paco Belmonte empieza a dibujar trazos ilusionantes para un club muy necesitado de alegrías.
