18 de enero de 2010, 1:00
Ésa es la esperanza, que el resultado de la resonancia magnética que se le ha practicado a Pablo Ruiz en Gabinetes Radiológicos de Cartagena no sea el definitivo. El jugador era lo primero que hacía esta tarde, acudir a este centro donde se le realizó una resonancia que, inmediatamente, la llevó el propio jugador en mano hasta el Centro Médico Virgen de la Caridad donde le esperaba el doctor Pedro Martínez Victorio, traumatólogo del club blanquinegro.
No obstante, lo primero que ha hecho el jugador ha sido solicitar permiso al club para viajar de inmediato a Barcelona y acudir a la consulta del doctor Ramón Cabot, que fue el médico que le operó las dos veces anteriores. Pablo viajará con la resonancia y escuchará una segunda opinión que, en este caso, podría ser definitiva.
UNA TARDE DIFÍCIL
Pablo, que llegó al centro médico pasadas las siete de la tarde, estuvo casi una hora en la consulta, dónde el doctor le explicó con detenimiento cual es su situación exacta. Al final de la misma, tanto el futbolista como el propio médico nos atendían y nos daban todo tipo de detalles.
La previsión inicial es pesimista porque Pablo puede perderse toda la temporada. Si se confirma que, además del menisco, también tiene afectado un ligamento de forma parcial, el quirófano espera al jugador. El diagnóstico inicial estaría entre los seis meses de baja en adelante. Pero también se le puede aplicar un tratamiento conservador, si no existe rotura parcial, que reduciría sensiblemente la lesión.
El problema es que se trata de la misma rodilla por la que ya ha pasado dos veces por el quirófano, una cuestión que, llegado el caso, no supondría problema alguno para su recuperación según palabras del doctor Martínez Victorio. Ahora mismo Pablo Ruiz tiene la rodilla un poco inflamada a consecuencia de un pequeño derrame que tiene.
AÚN NO SABEN QUÉ DECISIÓN SE TOMARÁ
Ni el jugador ni el médico del club saben qué hacer aún. Van a estudiarlo, van a contrastar esta resonancia con otra que ya le hicieron el pasado verano y van a consultar, entre otros, con el doctor Cugat que, como queda dicho, fue la persona quien le realizó las dos operaciones anteriores en Barcelona.
De todo eso saldrá la decisión final pero el Cartagena ya puede ir pensando en ir fichando a otro central porque, salvo un milagro, al menos dos meses de baja no se las quita nadie a un Pablo que va con muletas y que, curiosamente, es más optimista que nadie. “Son gajes del oficio y ya está, a mirar p’alante” dice. “Por quién más lo siento, aparte del club y de la afición, es por mi novia y por mi madre, que están preocupadas”. El futbolista sevillano aseguraba también que espera dormir "muy tranquilo esta noche". Optimista por naturaleza.
No obstante, lo primero que ha hecho el jugador ha sido solicitar permiso al club para viajar de inmediato a Barcelona y acudir a la consulta del doctor Ramón Cabot, que fue el médico que le operó las dos veces anteriores. Pablo viajará con la resonancia y escuchará una segunda opinión que, en este caso, podría ser definitiva.
UNA TARDE DIFÍCIL
Pablo, que llegó al centro médico pasadas las siete de la tarde, estuvo casi una hora en la consulta, dónde el doctor le explicó con detenimiento cual es su situación exacta. Al final de la misma, tanto el futbolista como el propio médico nos atendían y nos daban todo tipo de detalles.
La previsión inicial es pesimista porque Pablo puede perderse toda la temporada. Si se confirma que, además del menisco, también tiene afectado un ligamento de forma parcial, el quirófano espera al jugador. El diagnóstico inicial estaría entre los seis meses de baja en adelante. Pero también se le puede aplicar un tratamiento conservador, si no existe rotura parcial, que reduciría sensiblemente la lesión.
El problema es que se trata de la misma rodilla por la que ya ha pasado dos veces por el quirófano, una cuestión que, llegado el caso, no supondría problema alguno para su recuperación según palabras del doctor Martínez Victorio. Ahora mismo Pablo Ruiz tiene la rodilla un poco inflamada a consecuencia de un pequeño derrame que tiene.
AÚN NO SABEN QUÉ DECISIÓN SE TOMARÁ
Ni el jugador ni el médico del club saben qué hacer aún. Van a estudiarlo, van a contrastar esta resonancia con otra que ya le hicieron el pasado verano y van a consultar, entre otros, con el doctor Cugat que, como queda dicho, fue la persona quien le realizó las dos operaciones anteriores en Barcelona.
De todo eso saldrá la decisión final pero el Cartagena ya puede ir pensando en ir fichando a otro central porque, salvo un milagro, al menos dos meses de baja no se las quita nadie a un Pablo que va con muletas y que, curiosamente, es más optimista que nadie. “Son gajes del oficio y ya está, a mirar p’alante” dice. “Por quién más lo siento, aparte del club y de la afición, es por mi novia y por mi madre, que están preocupadas”. El futbolista sevillano aseguraba también que espera dormir "muy tranquilo esta noche". Optimista por naturaleza.
