El propio padre Turpín, capellán del FC Cartagena y profesor del colegio Franciscanos de Cartagena durante varias décadas, pasa por un momento delicado de salud. Desde hace días se encuentra hospitalizado en el Hospital General de Elche debido a problemas derivados de la diabetes que sufre desde hace años.
Turpín, que reside en Albacete desde hace casi tres años, tuvo que ser trasladado a una clínica de Orihuela que tiene concierto con su orden franciscana pero, dado el estado del capellán, tuvo que ser derivado hasta el hospital General de Elche dónde, después de varios días de tratamiento intenso, incluso de haber permanecido en la UCI, los médicos han optado por amputarle la parta afectada, la izquierda en concreto aunque no se conoce a que altura.
El cura franciscano ha sido quien nos ha confirmado la noticia de su propia voz. Se encuentra afectado, lógicamente, aunque confía en que la intervención salga bien y en abandonar lo antes posible el hospital general y poder regresar a Cartagena, que es dónde él tiene todos sus lazos afectivos.
El padre Turpín es una persona especialmente querida en Cartagena, dónde es muy conocido. Se dio a conocer a nivel nacional en la campaña publicitaria del Cartagena recién ascendido a Segunda A, dónde aparecía con la sotana de fraile en un cartel que decía "Bienaventurados los que creen, somos la ostia”, una frase que a la larga le originaría más de un problema en su comunidad franciscana. Turpín, alegre y dicharachero como pocos, cartagenerista hasta la médula, pasa por un mal momento del que todos le deseamos su rápida recuperación del mejor modo posible.
