Conocidas son las epístolas de Antonio Turpín a los futbolistas del Cartagena cada vez que tiene ocasión. Y este jueves por la mañana era una de ellas con la tradicional ofrenda floral a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cartagena.
El capellán del club en las últimas décadas aprovechó para dirigirse a los futbolistas, nuevos en su inmensa mayoría, y exhortarles para el ascenso que va a perseguirse desde el primer momento. Recordó que Mariano, Raimondi y Riau son los que siguen y en un momento de su intervención el franciscano Turpín preguntó. "Quién es Dani?" Y al identificarse el canterano y ver que no levantaba dos palmos del suelo (un decir) el propio Turpín comentó: "Pues tú tienes que ser muy bueno..."
Turpín, por el que parece no pasar los años a juzgar por su vitalidad a la hora de los sermones, les pidió compromiso y ganas a los futbolistas sin ocultar su deseo, que es el de todos los cartageneristas, de regresar cuanto antes a la categoría de plata. "Os doy a los nuevos la bienvenida y tenéis que saber que este club, para mí, es el primero".
Dijo Turpín en su intervención que, después de estar muchos años destinado en el colegio La Inmaculada de los Franciscanos, su destino actual es Albacete, "con el que jugaréis el día 25. Al Albacete lo he visto jugar por el canal Castilla La Mancha y lleva a un tal Cani y a un tal Curto que son buenos. Pero hay que ganarles sea como sea".
Al acto acudió la totalidad de la plantilla, con Paco López director general y el entrenador, Pato, al frente de la misma, con Pedro Reverte y el presidente del filial, José Gómez Meseguer.filfi. No acudió, como suele ser costumbre el presidente y dueño del club Paco Gómez y sí lo hizo esta vez el concejal de Deportes José Cabezos, que ocupó uno de los asientos destacados.
Los jugadores escucharon con atención las palabras del franciscano Antonio Turpín, algunos con cierta sorpresa ya que no conocían la facilidad de comunicación de este franciscano que saltó a la fama en junio de 2009 tras convertirse en el principal protagonista de la campaña de promoción de los abonos.
Un precioso centro de flores, depositado por los capitanes delante del altar, dejó constancia de la ofrenda en el umbral de la nueva campaña de los albinegros.
