El estreno del nuevo alumbrado en el estadio albinegro llevó a público no muy habitual, por ejemplo hasta el palco del estadio Cartagonova donde habían caras conocidas pero nada habituales por ese espacio del recinto en el que se citan los ‘nobles’ de cada familia y los elegidos por Belmonte y compañía, que para eso es su feudo y el amo y señor.
El caso es que por el palco del Cartagonova vimos a lo más florido del cartagenerismo y del politiqueo que se llevan bien por los dueños del club, que no es con todos los días de vino y rosas.
En total, son 152 focos, de los que 48 se han ubicado en las dos nuevas torres de iluminación instaladas a ambos lados de la tribuna. Estas luces, se suman a las 62 que se han dispuesto en las otras dos torres existentes del estadio.
Además, se ha reemplazado el alumbrado de la tribuna del campo de fútbol del equipo albinegro por 42 nuevos reflectores de luz, también de última generación, que comparten características técnicas con la iluminación de las torres del estadio.
Toda esta actuación de modernización de la luminaria del estadio de fútbol ha supuesto una inversión de 1,2 millones de euros. El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Cartagena a través de un convenio con el club de fútbol cartagenerista.
Sea como sea pudimos ver a un palco repleto donde, por cierto, la costumbre de obsequiar botellines de agua con el tapón incluido se mantiene, contraviniendo las normas de LaLiga donde se exigen botellines de agua en todo el recinto, sin tapones.
O todos moros o todos cristianos. Lo demás son agravios comparativos.
