Hasta 100 policías nacionales se dieron cita en Nueva Condomina para velar por la seguridad de todos los espectadores, tanto dentro como fuera del estadio murciano.
No hubo que lamentar ningún incidentes más allá de los cánticos habituales que una y otra afición se dedicaron entre sí, tomados en la mayoría de los casos a broma y sin apenas posibilidad de enfrentamientos al encontrarse completamente separadas.
El lío previo de la ubicación de los aficionados tampoco acabaría teniendo mayor trascendencia, muchos comentarios entre los seguidores blanquinegros pero sin que el asunto pasara a mayores. Y al final, lo mejor, la deportividad en un derbi de guante blanco en ese sentido. Como tiene que ser.