martes. 23.04.2024
Desde el 3 de abril (victoria en Las Palmas) hasta el 17 de abril (partido con el Nastic) y en su mitad la enorme mañana del Murcia, qué paz, qué felicidad, qué sosiego, qué satisfacción…Dos semanas a gusto –viéndonos segundos y en ascenso- que nos hacen olvidar un poco las cruces familiares de la enfermedad, del trabajo, de los estudios, de las locuras de los políticos.

De las barbaridades, brutalidades, bestialidades, burradas que hace nuestra clase política y la del resto del mundo y nos hielan la sangre viendo la televisión, oyendo la radio o leyendo periódicos clásicos o digitales. Nada más levantarte, te dan el soponcio.

Qué sosiego, qué bonita es la vida sintiendo esto…Tuvimos que esperar tanto…Cuando la gente se sorprendía por mi alegría desbordante en el día glorioso del ascenso en Alcoy, trataba de explicarles… Han sido muchísimos años de sufrir cada domingo o de llevarnos berrinches con los ascensos fallidos, con injusticia, mala suerte, circunstancias inexplicables…Todo a la vez. Y ahora vivimos en otro mundo. Como si nos hubiésemos ido de la pobre Africa a la todopoderosa América.

Pasarán muchos años…Pues no, ya no...El 20 de junio o antes podemos tener la gran noticia…Antes, dentro de dos semanas, disfrutaremos a tope otra vez, será con la Real Sociedad…Sufriendo por los resultados pero más largos que anchos en espíritu…Domingo a domingo, dulcemente, con una sensación interna difícil de explicar que muchos ni habíamos soñado en poderla degustar…Qué sabor más bueno…

También nos irritaremos -yo, seguro- con alguna derrota justa o con algún robo arbitral…Pero estas dos semanitas y tantas otras que hubo desde agosto…

No pasarán muchos años, no, para enfrentarnos otra vez al Murcia en partido de alto nivel…Y ganarles…Será lo habitual, no ganar siempre, pero enfrentarnos con categoría…Se me estremece el alma pensando en los miles y miles de cartageneros que fueron felices el domingo y que lo seguirán siendo seguro más días, hasta el sábado, y naturalmente también después del próximo sábado…¿Por qué no? Ahora es cuando hay que apretar…

Leí hace poco, en acertadísima definición, que el fútbol es lo más importante de la vida…después de las cosas realmente importantes.

Ganar al Murcia y estar los segundos no vale para que nos suban el sueldo, ni para que se dulcifique ese familiar desagradable de carácter agrio, ni para que aumente nuestro patrimonio, ni para que suba nuestro nivel de vida, ni para que el banco te diga que tu cuenta corriente está más llena, ni para solucionar los posibles problemas con los hijos, ni para aliviar a fondo una enfermedad, ni para poder pagar la hipoteca más fácilmente…pero da tanto gustito, es tan balsámico, nos serena tanto…Forma parte de la frágil felicidad de la vida…

Ahora humildemente partido a partido, a seguir saboreando las mieles del triunfo…Sin nervios ni precipitaciones, pero sin bajar la guardia. Repito, hay que devolver el golpe al Nastic y arrollar a la Real Sociedad…Después ya hablaremos del Huesca.

Hemos acabado con el gafe del campo lleno, derrota segura; de gran ilusión, gran decepción; de palco lleno, resultado vacío...Hasta el del Canal Menos, el de las derrotas consecutivas.

Y, mientras, que el sueño nos relaje y nos haga felices. Decía un lector que todos somos protagonistas de este sueño, del gran sueño de estar arriba…

Cartagena nunca ha soñado tanto…





Pasarán muchos años…
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