26 de julio de 2014, 1:09
El colegiado José Joaquín Gallego Gambín pitó el penalti a instancias de su auxiliar, que estamos por asegurar que tampoco vio la mano que sancionó.
Porque curiosamente levantó el banderín justo después de que el rayista Lass gritase “¡manoo¡” y así llegaría el penal transformado por todo un experto como Trashorras.
Fue una pena ya que deslució el tremendo esfuerzo de los jóvenes cartageneristas que seguramente lucharon para merecer un marcador mucho más ajustado.
