Pidieron delegado federativo para el encuentro de Cáceres como una medida de excepción

 

 El horno no estaba para bollos. El equipo figuraba en puesto de descenso, cogido de la mano del Cacereño, y el partido de Cáceres se tomó como vital, de máxima responsabilidad, la posible llave de la salida del túnel. Sin exagerar la nota.

 

Si no se hubiese ganado en el estadio Príncipe Felipe los albinegros serían hoy farolillo rojo en el grupo IV de Segunda B con 4 puntos ante la séptima jornada de Liga.Y con la moral por los suelos, desde el presidente al utillero. Previamente se midieron las consecuencias, el riesgo de quedar anclados por semanas en posiciones bajas de la tabla general, y una vez que se conocieron los antecedentes  como árbitro del colegiado que correspondía actuar en Cáceres -el malagueño Chavet- no se dudó en solicitar que la actuación del silbato fuese analizada o juzgada por alguien que tuviese competencias en el seno de la Organización arbitral que capitanea Victoriano Sánchez Arminio.

 

Y desde la Federación Española mandaron a Cáceres, desde Madrid, al experto José Ángel Jiménez Muñoz de Morales, un conocido exárbitro de Primera (seis campañas) y Segunda (ocho campañas) que hoy es vocal de la Junta directiva en la que también está el murciano Ángel Franco Martínez como vicepresidente.

 

Jiménez Muñoz de Morales, que es de Almadén (Ciudad Real) reside en Madrid, tiene 69 años, es abogado y en su juventud, década de los 80, le pitó varios partidos al Cartagena en Segunda División cuando  Andrés Martínez Prieto era presidente, vio la actuación de Chavet García en Cáceres.

 

Seguramente el Cartagena desconfiaba del historial de Chavet en Segunda B y dio importancia a los informes recogidos  de diversas fuentes sobre las características del juez madrileño acerca del que en la prensa hay testimonios de jugadores respecto a rifirrafes organizados por Chavet, con amenazas directas o velados e insultos en el campo de juego a los futbolistas de diversos equipos, que se sepa nunca del Cartagena,  club que nada tenía y nada tenía ni tiene en contra de Chavet. Pero querían cubrirse las espaldas y de ahí que solicitasen la presencia de un delegado arbitral.

 

Pero la prensa andaluza en su momento resaltaba en su momento, hace varias campañas, que  Raúl Chavet García la lió parda en un partido del Granada 74 contra el Loja hasta el punto el jugador Rufo, que anteriormente fue del Cartagonova CF de Florentino Manzano, declaraba que "durante el partido, nos comentó (el árbitro Chavet) a Castillo y a mí que lo que teníamos que hacer es retirarnos, que ya estábamos muy viejos. Además, a nuestro compañero Nati le dijo que lo que tenía que hacer era cortarse el pelo. Comentarios muy ofensivos que no supimos a qué venían".

 

En un partido de Segunda B,  en el estadio Heliododo Rodríguez López, con el Tenerife de anfitrión, Raúl Chavet tuvo sus más y sus menos con el equipo de casa y echó del campo a varios protagonistas, uno de ellos Tarantino, hoy jugador del Cartagena.

 

En esta ocasión Tarantino no viajó a Cáceres y no se encontró con el colegiado malacitano,

 

También el jugador Collado,del equipo granadino, denunciaba en el diario Ideal que "también es verdad que nos dijo con saña que la temporada pasada habíamos puesto muy caras las entradas del partido entre el '74' y el Málaga CF", cuando ambos equipos militaban en Segunda División y que cobraron a 50 euros".

 

Historias para no dormir.

 

Lo de pedir delegado federativo no es la panacea, por ello no es garantía de triunfo para el qe lo solicita sino acaso escapar de la ruleta rusa de un árbitro que puede tener una mala tarde con los cartageneristas pagando el pato.

 

El gesto de recurrir a la petición de delegado federativo cuesta no menos de 2.000 €, una cantidad que tiene su importancia en Segunda B para cualquier equipo en 'economía de guerra' como está el Cartagena.