14 de abril de 2012, 20:55
La única jugada dudosa que cabría achacarle a Mariscal Sánchez, árbitro del encuentro, es una posible falta de Etxeitia sobre el meta Juanma. Pero las imágenes son claras: no hay contacto ya que el jugador vasco no llega a tocar al meta cartagenerista a pesar de que se reclamara falta.
Lo que sí hay son dudas e indecisión en el portero cartagenerista a la hora de tirarse para atrapar el balón. Por lo demás cabe catalogar de buena su actuación, con la posibilidad inclñuso de que le perdonase a Txiki la segunda tarjeta en una dura entrada que realizó cuando ya había sido amonestado. Ni siquiera pitó falta y fue benevolente.
Mariscal apenas se dejó notar sobre el césped, tuvo carácter dialogante, apenas fue gesticulante y pitó todo lo que vio. Desde nuestra opinión poco o nada influyó en el marcador y tuvo una actuación destacada ya que hizo lo mejor que puede hacer cualquier árbitro: pasar desapercibido.
Lo que sí hay son dudas e indecisión en el portero cartagenerista a la hora de tirarse para atrapar el balón. Por lo demás cabe catalogar de buena su actuación, con la posibilidad inclñuso de que le perdonase a Txiki la segunda tarjeta en una dura entrada que realizó cuando ya había sido amonestado. Ni siquiera pitó falta y fue benevolente.
Mariscal apenas se dejó notar sobre el césped, tuvo carácter dialogante, apenas fue gesticulante y pitó todo lo que vio. Desde nuestra opinión poco o nada influyó en el marcador y tuvo una actuación destacada ya que hizo lo mejor que puede hacer cualquier árbitro: pasar desapercibido.
