20 de marzo de 2010, 1:00
¿Habría cambiado el partido si el colegiado vasco, mejor dicho si su mal ayudante no se hubiese equivocado señalando fuera de juego en el gol de Toché? Pues seguramente sí. Porque gol legal lo fue. Se ha visto con claridad por la transmisión ofrecida a través de La 7. Sólo con ese error el arbitraje de Gorka Gardeazabal ha sido decisivo. ¿Decisivo digo? Más que eso, ha sido determinante. Nunca puede ser igual empezar con 0-1 que hacerlo con un fallo tan clamoroso. No puedo entender como hay quien dice, y se queda tan tranquilo, que ha sido un buen arbitraje.
El partido, después, se ha complicado. Tras unos 25 primeros minutos más que aceptables los blanquinegros encajaban el gol y se complicaban. Y lo encajaban, es curioso, a las 18:32 horas. ¿Sabéis que ocurría en ese mismo instante? Pues que entraba la primavera, anunciado por meteorólogos, telediarios y periódicos de todo el país. Vaya tela.
La primavera la sangre altera, si, para mal porque nos trae el gol de Trashorras, nada que ver con aquel elemento de las bombas del 11-M pero artillero también, éste del Celta, el mejor de su equipo, que con su gol bastó y sobró para hacer doblar la rodilla a un Cartagena que no tiene otra que levantar la cabeza y empezar a pensar ya en la visita del Elche el Domingo de Ramos. Ya digo, no hay otra.
¿Merece la pena todo esto? Seguirán preguntándose los ‘valientes’ que viajaron hasta Vigo. Pues yo creo que sí, sólo así saborearán con más intensidad el ascenso, si llega, a Primera. Ellos siempre podrán decir que estuvieron a las buenas y también a las malas. Aunque sea en primavera, que la sangre altera.
El partido, después, se ha complicado. Tras unos 25 primeros minutos más que aceptables los blanquinegros encajaban el gol y se complicaban. Y lo encajaban, es curioso, a las 18:32 horas. ¿Sabéis que ocurría en ese mismo instante? Pues que entraba la primavera, anunciado por meteorólogos, telediarios y periódicos de todo el país. Vaya tela.
La primavera la sangre altera, si, para mal porque nos trae el gol de Trashorras, nada que ver con aquel elemento de las bombas del 11-M pero artillero también, éste del Celta, el mejor de su equipo, que con su gol bastó y sobró para hacer doblar la rodilla a un Cartagena que no tiene otra que levantar la cabeza y empezar a pensar ya en la visita del Elche el Domingo de Ramos. Ya digo, no hay otra.
¿Merece la pena todo esto? Seguirán preguntándose los ‘valientes’ que viajaron hasta Vigo. Pues yo creo que sí, sólo así saborearán con más intensidad el ascenso, si llega, a Primera. Ellos siempre podrán decir que estuvieron a las buenas y también a las malas. Aunque sea en primavera, que la sangre altera.
