9 de diciembre de 2012, 16:01
La afición cartagenera ya está curada de espanto. Son incontables los disgustos y decepciones vivdas a lo largo de los años. De todos los tipos y colores posibles. Ascensos fustrados en el último momento, disgustos increibles, arbitrajes canallescos...hubo de todo. Pero ni los más agorerops podrían haber pronosticado hace sólo un par de meses que el Cartagena iba a entrar tan en picado después de haber ganado los seis primeros partidos y encajar solamente dos goles.
Pero las cosas son como son. De esa manera los aficionados fueron consecuentes y espreraron hasta que el árbitrop señaló el final de la contienda para mostrar su indignación contra un equipo al que parece que se le han olvidado las buenas ideas para jugar al fútbol. Pato tiene motivos para estar oreocupado y no es para menos.
Aunque el técnico dijo al final que solamente había sido una parte mínima de la afición cartagenerista lo cierto es que fueron muchos los aficionados que silbaron y que sacaron pañuelos en forma de protesta contra su equipo.
Cuando estos quisieron agruparse para saludar en el centro del campo hubo incluso algún que otro intento de jugadores que trataron de marcharse a la caseta antes de tiempo. Al final todos saludaron, pero entre las protestas del respetable.
